Llegué a la mansión para ver a Irania, está semana estaba siendo difícil pues Demir era un capitán muy exigente con los tiempos, a los de nuevo ingreso nos mandaba a platicas, entrenamientos, en fin, apenas y tenía tiempo de respirar, buscar a Irania después de ello me daba un poco de pena pues no eran horas convenientes y ella la estaba pasando mal con respecto a sus visiones y las pesadillas.
- Jonathan - fue la reina quien me recibió - qué gusto verte. Irania está en su habitación, sube.
- gracias, majestad - hice una leve reverencia, al subir vi al guardián Belikov y a la princesa discutiendo por algo, me avergoncé pues no quería ser considerado un metiche.
- ¡que bueno que estás aquí! sé que seguro debes ir con tu niño pero hemos sido llamados y no queremos que Irania se quede sola - el guardián trató de tomar la mano de ella pero lo evitó por unos segundos aunque al final ella misma la tomó.
- yo me quedo, de todos modos mi hijo ya está dormido.
Los vi bajar las escaleras y escuché cuando él le dijo "te amo, Roza", ella respondió del mismo modo, tenía entendido que las gemelas estaban en casa de la princesa Dragomir, al menos este fin de semana. Le avisé a mamá que estaría con ella.
Toqué sin recibir respuesta así que entré pensando que estaría dormida, tenía ojeras bajo sus lindo ojos chocolate, el cabello hacía arriba en un moño mal hecho, se veía cansada.
- no te pregunto cómo te sientes - dije, quería abrazarla no obstante eso disparaba sus visiones del futuro y le causaban demasiada ansiedad y pesadillas - ¿qué puedo hacer para ayudarte?
- nada - sonrió débilmente, estiró las manos pero las bajo, miró al techo - tal vez... esta vez no suceda.
- tal vez no - no estaba seguro y no deseaba que sufriera sin embargo, deseaba abrazarla, al hacerlo supe que estaba viendo otra vez el futuro, me alejé preocupado, comenzó a llorar desesperada - dime, ¿qué hago? ¿cómo te ayudo? -
- ¡no sé! ¡ya no sé qué hacer!, ¡mis papás están peleando como antes! ¡no puedo dormir y cuando lo hago las pesadillas aparecen! ¡no sé qué hacer! ¡ya no quiero esto! ¡no quiero que mamá vuelva a sufrir por mi culpa y que mi papá la culpe! - no parecía ella, necesitaba descansar de manera urgente.
- tranquila, amor - extendí mis manos como si le dijera que todo estaba bien - tus papás están bien, cuando llegué ellos iban saliendo y escuché a tu papá llamarla Roza, ambos dijeron que se amaban - quería tocarla, ella necesitaba calma, necesitaba abrazarla.
- se van a separar por mi culpa - le envié un mensaje a Joel, tenía la esperanza de que él me pudiera ayudar con la compulsión, tal vez de alguna manera - quiero dormir...
- mi hermano siempre tiene buenas ideas, es muy inteligente y seguro a él se le ocurrirá algo - verla caminar temblando me asustaba, necesitaba ayudarla pero solo era un simple dhampir, y si sus padres no podían hacerlo, ¿cómo lo haría yo?
Le abrí a mi hermano, no estaba solo, Michael y Sonya Karp lo acompañaban, ella nos rogó que no trajéramos a sus padres porque sí ellos la veían entonces se separarían y ella sería la culpable como antes. Su habitación era grande, tenía libros de arte apilados en el escritorio, una foto con Michael en ese mismo lugar, el color rosa claro de las paredes parecía nuevo, en una de las paredes distinguí pequeños dibujos recién hechos, ninguno parecía hecho a conciencia o tenía un orden, estaban hechos con lapicero negro, en sus dedos vi la tinta.
Ella dijo que había comenzado con ese hobby a manera de terapia por las pesadillas y las visiones. En un había manchones negros y una mujer en el centro; al lado esqueletos y un rostro horrible sin ojos, todos eran tétricos.
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Irania (Academia de vampiros)
Teen FictionInteligente y con carácter, toda una Hathaway