34. Paz y felicidad.

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Dos semanas y el dolor no disminuyó, seguía pensando en Jonathan, estaba tentada a revisar el futuro mas temía por lo que pudiese ver. Los detenidos eran dos morois de una comunidad, al parecer los que huyeron de la explosión tomaron la decisión de esconderse y dejar a Isaac solo, para ellos no tenía caso continuar con una batalla perdida desde el comienzo, me agradaba que supieran la realidad.

Yo me mantenía alejada de Raphael y Jonathan pero no de Joel, aunque evitaba a toda costa hablar de su hermano.

Estaba sentada en el pasto, revisando mis últimos dibujos, todos eran tristes, un reflejo claro de cómo me sentía.

- eres muy fácil de encontrar - Joel tomó asiento a mi lado, observó las flores que había sembrado hacia tres día, unas bonitas rosas, mi madre siempre se quejaba de que la relacionaran con ellas pero era imposible no hacerlo - este lugar es muy bonito. Aunque en esta temporada tus flores perecerán ¿No?

- sí, lo es. Amo la vista a las montañas y el río, es un lugar especial y no, este tipo de rosa es común aquí, además - le hice señas para contarle mi secreto - las hechice - Comenzó a reír.

- mi sobrino te extraña - bajé la mirada porque yo también extrañaba a ese hombrecito lindo y tierno de mejillas rosadas - pregunta por nana.

- lo siento... - asintió.

- también mi hermano te extraña.

- ya se le pasará, con forme pasé el tiempo seguro estará bien.

- tú lo extrañas...

- ¿Tienes bloqueado el vínculo? - asintió - yo también los extraño, a ambos pero creo que es lo mejor.

- ¿Cómo puede ser lo mejor vivir con tanta tristeza?

- Eva... Dijo cosas sobre Jonathan.

- ¿que estaba cansada? - sonrió - procuraba mantener el bloqueo cuando ella estaba cerca para que mi hermano no viera su aura, era una buena mujer...

- lo sé, eso pienso, creo que tal vez tenía depresión posparto o algo así, pienso que por eso perdió la batalla.

- quiero creer que tienes razón pero yo la veía harta desde que estaba embarazada aunque lo ocultaba bien de mi hermano y mamá. Ella venía de una familia acomodada a la que no le hizo gracia su noviazgo y menos la boda, le quitaron el apoyo cuando se fue a vivir con nosotros.

- dijo que Jonathan era conformista.

- no lo es, solo que él era consciente de que las cosas no son fáciles y hay que trabajar mucho para conseguirlas. Se esforzaba por su familia pero Eva quería las cosas rápido, cuando se embarazó quería comprar una cuna carísima, arreglar una habitación para Raphael y no alcanzaba para eso. Fue cuando comenzó a cambiar... Mi hermano y yo construimos una, parecida a la que ella deseaba, pero de una madera más barata, ella lo sabía y fingió que estaba bonita pero yo supe que mentía. Era una mujer maravillosa solo que no supo a lo que se enfrentaría al vivir con nosotros.

- pudo decir lo que sentía, seguro que Jonathan la habría comprendido.

- lo amaba y no quería hacerlo sentir mal, lo has escuchado hablar, siempre con esperanza en el futuro, siempre buscando lo bueno de la vida, para Eva eran solo sueños imposibles pero mi hermano de verdad deseaba darle grandes cosas.

- lo siento por ambos, de verdad, debe estar pasándola mal en estos momentos.

- sí, la extraña pero dice que no ha vuelto a soñarla, le parece raro.

- ¿A qué te refieres?

- solía soñarla con asiduidad, la soñaba viva en la casa que él deseaba darle o en un camino, soñaba que él, Raphael y Eva se iban juntos por un camino de flores - la misma visión que yo tenía... Pensé que el futuro cambió cuando ella como moroi eligió pero no era posible que él viese lo mismo que yo.

Irania (Academia de vampiros)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora