10 - Rayos

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Era una comunidad pequeña, más o menos contaba con cincuenta casas pequeñas, parecía tranquila.

Al llegar pude notar que muchos miraban con recelo, entendible dada las situaciones pasadas. Jonathan me guió hacia una pequeña casa donde vivía una mujer moroi de edad avanzada, me había contado que era su líder, la matriarca del lugar. Estar en este sitio era como un viaje en el tiempo pues me sentía como en esas historias que mamá me contaba y que antes le contó abuela Sophia - he traído a esta dhampir, viene de la corte, ella se ha ofrecido a ayudar - la mujer me observó de pies a cabeza. Parecía que en cada centímetro de mi encontraba un defecto pues la desaprobación hacia mi persona era evidente, aproveché para observarla yo también. El cabello cano y las arrugas me hacia pensar que rondaba los 90 años; era muy baja para ser moroi; en las manos se notaban cicatrices aunque no sabría diferenciar el tipo de arma capaz de causarlas - quisiera que me permitiera comenzar la búsqueda -

- ¿qué piensas que puede hacer esta dhampir de la realeza? ¿Qué la hace distinta a nuestras demás dhampirs? - me sentí un poco ofendida -

- ella es -

- la bisnieta de Sophia Hathaway, es evidente ese porte altanero de esa familia aún cuando los ojos parezcan mansos - sentí la presión en mi mandíbula a causa del coraje. Pronto caí en la cuenta de algo obvio, si ella sabía quien era podría entregarme a la Corte - esa familia llena de... - era evidente el odio hacia mi estirpe, solo continué observandola

- puedo hacer mucho para ayudar, no soy cualquier dhampir como quiere hacerme sentir. Además tengo el entrenamiento que le falta a su gente, no puede hacer un juicio de mi persona incluso si por algo conoce a mi familia de cerca -

- habla sin permiso - pude distinguir cierta sonrisa - igual de irrespetuosa que Rosemarie - Miró a Jonathan - si dejo que lleves a alguien de la comunidad y no vuelven entonces será mi culpa. No puedo confiarle mi gente a esta señorita, a menos... Que demuestre de lo que es capaz - Miró hacia mi - demuestra qué te hace distinta, que he hecho un juicio premeditado sin bases - eso me confundió - una demostración de tus habilidades, una pelea - no pude evitar una risa

- ¿de qué esta hablando? En todo caso es él quien buscó mi ayuda, no tengo ningún interés en demostrar nada ni ganarme la aprobación de nadie- salí furiosa de la casa

-¡espera! - Jonathan tomó mi mano - por favor, ayudame -

- mira, mis habilidades pueden no ser de ayuda en este caso, además te lo dije: es mi madre quien tiene las verdaderas habilidades, yo solo sé utilizar el elemento agua -

- puedes hacer mucho, puedes ayudar mucho más. Por favor, ella es el amor de mi vida sin ella no soy nada. Te juro que haré lo que sea - sentí un nudo en la garganta, un recuerdo golpeando mi corazón mientras escuchaba a mi padre llorando en su habitación, recordé como le rogaba a mi madre que volviera, recordé las botellas de alcohol que rompía al no recibir respuesta, nunca me hizo daño mas me partía el corazón ver a mi héroe destrozado por la falta de mi heroína - por favor - camine de vuelta a la casita

- expliqueme de qué va su idea, por favor -

- lucharas con cuatro de mis dhampirs, si ganas dejaré que Jonathan y tú se lleven a dos de nuestros guerreros -

- ¡solo dos! No pues que benevolencia la suya - mi tono fue de burla completa

- aceptas o no - miré a Jonathan que seguía esperanzado

- acepto - sonrió

Al salir de ahí miré mi reloj - no vas a llegar a tú trabajo si es lo que te preocupa, de todos modos no tiene sentido que vuelvas ahí si hacemos esta misión - tenía razón - quédate en mi casa. Tengo una habitación extra -

- de acuerdo, aunque no sé a dónde llegaremos con esto. Dos dhampirs - me quejé de ello durante el camino a su vivienda, dentro estaba una mujer mayor cargando a un bebé demasiado bonito, ojos grandes y oscuros, de piel apiñonada

- ¿lograste convencerla? - pregunto la mujer que se podía adivinar era su madre

- casi, por suerte Irania puede conseguirlo - la señora me miró - mamá Fedra quiere que tenga un duelo, si gana nos permitirá ir - le sonreí al ver que no despegaba la mirada de mi

- gracias, por esto -

- aún no gano - le aclaré

- pero estás intentándolo - solo sonreí pues era un poco incómodo tanto apremio.

A la hora de dormir fuí directo a un sueño espíritual, esperaba ver a Aiden pero fueron mis padres quienes aparecieron con ayuda de tía Lissa, por inercia corrí hacia mi padre dados los recuerdos que tuve en la tarde - camarada, perdón por preocuparlos - abracé a mi madre - ¿qué hacen aquí? -

- queríamos saludarte - dijo mi madre - ver cómo estás -

- en vista de que no estás dispuesta a volver y que tu madre te apoya - le sonreí - no puedo estar en contra de dos de mis grandes amores - mamá le sonrió

- el mayor problema fue el viejo - rodó - no acepta que ya eres mayor y puedes con esto y más - comenzó a reír - dejaste de ser la favorita, Grace y Sophie saben aprovechar la oportunidad - sonreí - y bueno ¿cuál es el plan?

- tengo motivos para pensar que están tratando de reclutar gente de comunidades y secuestrando si no encuentran quien les siga, por ahora trabajaré con un hombre de uno de estos lugares -

- es bueno, recuerda que la planeación y la templanza son fundamentales -

- ¿y cómo lo aplico en una pelea contra cuatro dhampirs? - me miraron con curiosidad

- has entrenado y matado strigoi, es pan comido para tí. Además recuerda que te pareces a mi - mi madre sonrió mientras mi padre la abrazaba y reía.

Poco después se fueron y pude dormir, tenía que cumplir esta misión y salvar a mi familia, tenía que demostrar que era digna de la confianza de mis padres.

Irania (Academia de vampiros)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora