28 - Visiones.

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— ya habías tardado.

Giré en la oscuridad buscando al creador del sueño espiritual, avancé imaginando que en algún momento caería pero no, estaba en la nada...

— ¡Sal de ahí, Isaac, sé que eres tú!

Salté al sentir el suelo moverse, era arena movediza.

— ¡Deberías sentirte avergonzado por este cliché! — lo busqué pero no aparecía por ningún lado. Mi frustración creció al no recibir respuesta. — ¡Isaac! —

— Irania, diría que es un gusto pero verte solo me recuerda las ganas que tengo de matarte.

— tú me trajiste — le recordé — si no quieres verme entonces, ¿Qué hago aquí?

— te subestimé, eres más inteligente de lo que esperaba — al fin apareció, cambio nuestra ubicación a un lugar donde el río corría con fuerza, una cascada golpeaba las rocas, al rededor distinguí animales tropicales y unas palmeras al rededor. Tras de mi las olas del mar golpearon y por primera vez sentí la arena.

— una combinación interesante — era un lugar muy bonito. Me crucé de brazos esperando a que hablara.

— tengo una pregunta para ti: si mi padre hubiese matado a tu madre, ¿Qué habrías hecho?

— tu padre torturó a mí madre, utilizó compulsión para secuestrarla, ¿He matado a tus hermanos? — era una respuesta obvia, no sentía lástima ni por su padre ni por él — tu padre era un ser ruin, Carolina también y tú vas por el mismo camino —

— mi padre tenía ideales, buscaba acabar con la tiranía de tu familia, medidas extremas para situaciones extremas — extendió los brazos llevándome a la corte — tu familia merece todo lo malo que le pueda pasar, cientos de comunidades dhampir y moroi viven en la pobreza mientras ustedes tienen todo — de verdad creía eso.

— por esa razón nosotros tenemos bajo protección a los sobrevivientes de esas comunidades a las que ustedes masacraron — lo dije con sarcasmo — Tus hermanos viven bien... Ese cuento de Robin Hood no te queda, eres un ser despreciable que solo quiere vengar la muerte de un padre al que no conociste realmente, eres mayor, tienes la capacidad de discernir entre lo correcto y que no lo es. Ahora dime, ¿Qué quieres?, Los tratos se acabaron.

Me alejé observando la corte, bajo su percepción las torres de los guardianes tenían unas figuras doradas, la mansión estaba cerca con diseños en oro y diamantes adornaban los marcos.

— tienes una percepción de la realidad muy distorsionada. Por poco y las fuentes son de chocolate — sentí el primer intento por enterrar una espada en mi vientre. Falló, salté sobre él dándole un par de golpes en el rostro, me aventó lejos. Logró atravesar mi brazo izquierdo, grité a causa del dolor mientras mis ojos se llenaban de lágrimas. Su emoción fue tal que desapareció.

Abrí los ojos en mi habitación, miré al rededor notando que mi brazo tenía una marca roja, era solo un leve dolor y esa mínima señal de lo que Isaac intentó. En mi mano vi un papel, debía ser su letra.

"Tu lo volviste personal, Irania, esto terminará cuando uno de los dos muera y créeme que serás tú"

Me di un baño rápido mientras pensaba en eso, en sus palabras.

En el comedor seguía absorta en mis pensamientos, al parecer ya tenía a mi propio enemigo y no estaba tan emocionada como pensé que me sentiría.

— bueno... Querías parecerte a tu mamá — dije jugando con el tenedor.

— ¿Estás bien, hija? — observé a mis padres notando que hablé en voz alta.

— sí... Es solo que... Isaac está enojado porque maté a Carolina, entonces decidió que sería bueno tratar de matarme en sueños — hablé como si fuese el clima.

Irania (Academia de vampiros)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora