La habitación era pequeña, las paredes de tono café daban un toque cálido aumentado por las velas que rodeaban el lugar, en medio solo un piano y en una esquina una estantería con libros antiguos bañados en polvo - ¡hola! - no hubo respuesta, avance hacia los libros, los títulos estaban en latín - mierda - caminé hacia la puerta pero me detuve al observar una fotografía en la estantería, eramos Aiden y yo - ¡basta de una vez! - grite furiosa - ¡Aiden, sal! - apareció sonriendo como siempre, traía un traje y el cabello corto - ¡¿qué quieres?! -
- me gustan los sueños espirituales contigo - acarició los pétalos de una rosa - eres muy linda ¿lo sabías? -
- aléjate de mis sueños - corrió hacia mi de una manera poco convencional - paso sus labios por mi cuello - ¡dije que no! - lo empuje lejos de mi, abrí la puerta pero ya estaba frente a mi
- no huyas preciosa... sé que te gusto - desperté en ese momento sintiendo tristeza nuevamente, llevábamos dos semanas en St. Vladimir y en este tiempo no había cruzado ni una palabra con Aiden pues le encantaba pasar tiempo con Melissa, quien se encontraba encantada con su maldito vinculo y mirándome como si fuera la peor porque este tipo no dejaba de verme, no me interesaría pero tenia una gran mania de entrar a mis sueños pero esto era el colmo. Salí de mi habitación y cruce el campus hasta las habitaciones de invitados, toque la puerta de la casa que le habían dado a Paul, él fue quien me abrió
- ¿dónde esta Aiden? -
- en su cuarto - asentí y avance ante la sorpresa de él, me señaló la puerta, entre sin pedir permiso, quite las sabanas, despertó nervioso
- Irania... - le dí un golpe en el rostro haciendo que su sangre brotara para mi satisfacción, Paul me alejó - ¡¿que mierda te pasa?! - cubrió el lugar del que sangraba
- ¡eres un hijo de puta! - me jaloneé del brazo de Paul - ¡te odio! -
- suéltala - Aiden parecía sorprendido por mis lagrimas - Paul, suéltala - le hizo caso - estaba agitada y furiosa ¿cómo se atrevía a jugar con mis emociones de este modo - ¿por qué me atacas? -
- volviste a hacerlo, volviste a entrar a mis sueños -
- no lo he hecho desde Siberia - dijo sorprendido - te lo juro -
- ¡mentiroso! -
- déjenme hablar con ella - le pidió a Amber y Paul, ellos parecían inseguros pero accedieron - te juro que no lo he hecho -
- estabas ahí, desde que llegamos aquí lo haz hecho, te aprovechaste de mí - se acerco hasta abrazarme, me jalo a la cama y me abrazo acostada ahí - ¿por qué lo haces? -
- dime qué sueños - rogó, lo miré, parecía que de verdad no sabía nada. Me levanté, no iba a permitir que me afectara ni me convenciera
- no finjas - lo miré - te quiero lejos de mi, de mi vida y de mis sueños - estaba por salir mas me tomó por el brazo, me empujo y beso, forcejeé contra él pero pronto las ansias de besarle me ganaron, sus labios eran dulces, suaves ante mí, mi corazón estaba desbocado solo por ese contacto, sentí mis lagrimas otra vez, terminó el beso solo para abrazarme y dar esconder su rostro en mi cuello
- no me alejaré de ti - tomó mi rostro entre sus manos - no lo haré - sonrió y volvió a colocar sus labios sobre los míos - este beso... lo respondiste y es porque también sientes algo por mí, lo sé. Tu aura te delata - lo empuje
- aunque sea así no voy a perdonarte lo que sucedió en esos sueños -
- te juro que no he entrado en ellos - miró a todos lados - ojala pudieras ver mi aura para que supieras que digo la verdad -
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Irania (Academia de vampiros)
Teen FictionInteligente y con carácter, toda una Hathaway