Capítulo 49 | Una deplorable reunión familiar

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Dimensión B-0

Jueves 18 de Octubre del 2018— 19:32.

La serena voz de Ludwing hizo estremecer a Dylan cuando escuchó lo que vería. Aunque creía que era ingenuo en no ver el otro artefacto, el destino le daba la contraria. Sin darle demasiada espera se levantó presuroso y fue a la espalda de Ludwing.

—Hey, pero qué privilegio~

El susurro de Charlotte lo quitó de sus pensamientos y girando su cabeza notó su pequeño sonrojo junto con lo que sería un ligero puchero en sus mejillas. Estando unos segundos en trance se percató que se hallaba entre Ludwing y Charlotte, cuando ella usualmente se ubicaba en ese lugar. No era algo a propósito, pero si decía eso al respecto Ludwing lo notaría, por lo que solo atinó a asentir levemente.

—¡Hmph! ... solo por hoy.

La reacción por lo hecho por Dylan fue que ella girara su cabeza mirando a otro lado mientras le daba acceso a estar en su sitio privilegiado. Era esa la primera vez que Dylan que veía una actitud un tanto infantil en ella, si no fuera por la seriedad de lo que estaban conversando antes, se reiría sin parar.

—Venga, dejen de jugar y entren.

Ambos como si fueran niños regañados bajaron su cabeza y entraron en fila, al momento de hacerlo Ludwing prendió la luz y la habitación enigmática se pudo divisar en los ojos de Dylan y los demás. El cuarto en sí poseía las mismas dimensiones que el lugar donde se había quedado reposando Dylan, pero la diferencia más notoria era que en esta solo se hallaban un objeto. En el fondo a la derecha semejante a un gran refrigerador se ubicaba un imponente artefacto, de un color gris y que tenía un par de puertas se camuflaba muy bien si no fuera por lo que poseía en el techo.

En este, como una pequeña caja del tamaño de la mitad de la estatura de Dylan, de un color más oscuro pero no llegar a ser negro, parecía ser como una señal de radar.

—Lo que estás viendo es lo que piensas, lamáquina del tiempo.

—¿A qué es genial? Si vieras el interior se ve más espectacular, aunque considero que siempre tengas cuidado con el núcleo que está en el techo, es muy delicado.

Mostrando y señalando el gran artefacto Ludwing y Charlotte esperaban ver el rostro sorprendido de Dylan. Al no escuchar ni una palabra por parte de él Charlotte no pudo evitar preguntarse si era por la celosa que había sido antes. Ella en sí comprendía que la confianza en ellos recién empezaba a florecer pero una broma no haría nada de daño.

—Ah...

El débil murmullo de Dylan fue interceptado por las agiles señales de Charlotte, la cual lo miró para saber su expresión, observando un panorama extraño.

—¿Dylan?

—Parece un buen lugar para esconderse... ¿uhm?

Al momento en el que pronunció esas palabras de manera inconsciente, un dolor de cabeza surgió de improvisto. Una fuerte sensación de angustia lo hizo retroceder, sin entender la razón el miedo no dejaba de influenciar dentro de él, sus brazos y piernas temblaban sin parar y los escalofríos agitaban su respiración.

Algo había de mal, esa negatividad inicial volvía a la superficie y todo lo que parecía haber cambiado era solo una simple ilusión. Su único deseo era la de escapar, huir de ese lugar; sin embargo, debido al miedo su propio cuerpo se quedó petrificado en donde quedó.

Esa habitación era como si fuera su propio infierno.

—¿Te sientes bien...?

De improvisto la mano de Ludwing chocó con el hombro de Dylan, quien al mover al menos unos centímetros sus brazos, salió corriendo de ese cuarto hasta llegar al sofá, donde se sentó mientras los dedos de sus manos hacían presión en su cabeza.

Reinicio FallidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora