Capítulo 30 | Tribulación en cadena.

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Dimensión A

Jueves 18 de Octubre del 2018— 17:26.

Un pequeño campo se divisó a su alrededor, árboles de distintos tamaños junto con varias flores y arbustos conformaban el parque en el cual se encontraba. Aunque parecía extraño, pocas personas caminaban o corrían por el lugar. Lo más probable fue porque las nubes grises no despejaron el lugar y la probabilidad de lluvia eran altas.

En medio de este paisaje, una chica tarareaba una canción mientras que en sus piernas se hallaba recostada la cabeza de cierto chico, ella lo acariciaba con una delicadeza única, como si fuera algo muy preciado.

Aquel chico estuvo tapado con una peculiar manta rosa, esta poseía una fragancia dulce de naranjas que hizo sentir tranquilo el lugar. El sueño del chico parecía profundo, su respiración tranquila inspiraba a la chica a seguir con sus caricias mientras que mostraba una pícara sonrisa. Las aves cantaban desde los arboles y la brisa del viento era muy tenue.

Hasta que en cierto instante, él se movió.

—Buenas tardes, Dylan.

Ni bien se despertó, pudo escuchar como una voz tan inusual se hacía oír. A pesar de estar recostado y mirarla desde una extraña posición, Dylan se quedó quieto.

No entendía la razón por la que esa chica se ubicaba allí, tampoco porque tarareaba una canción antigua o tampoco porque le dolía fuertemente la cabeza. Sin embargo, no pudo evitar sorprenderse de la presencia de aquella chica.

Esa voz era deLorena, la delegada del salón de Dylan.

— ¡¿Lorena?! ¡¿Qué pasó?! No...¿qué haces acá?

Parándose raudamente de las piernas de Lorena, Dylan trató de calmarse mientras veía el paisaje singular, el fresco parque que se encontraba allí le dio una tranquilidad que solo le duraron unos cuantos segundos, tiempo en el que, sin querer, recordaba todas las acciones que hizo o tuvieron que ver con él.

Eran personas muertas.

Los cuerpos tirados en la sala, todos con heridas de bala o cortes en su cuerpo eran el espectáculo queDylanprovocó en la dimensión que Dylan fue llevado. Aun sin saber sus razones, Dylan hizo lo que él creyó correcto. Él acabaría conDylanquitándose la vida y esto era lanzándose del edificio. No obstante, si el se encontraba allí, vivo en un parque significaba que sus acciones no acabaron como él quiso.

Antes de que se preguntara la razón de tales hechos, su corazón tembló. Los ácidos de su estomago hicieron una gran algarabía, la saliva no dejaba de segregarse mientras que con sus manos intentaba no vomitar. No lo pudo olvidar. No tenía qué.

Ver la cabeza decapitada de Ludwing fue lo que más lo traumó. ¿Por quéDylanharía tales actos? ¿Cuál era su finalidad? Dylan lo consideraba un loco, alguien que ya no poseía razonamiento suficiente para entender que no podía salvar a nadie.

— ¿Te sientes bien?

Lorena con su mano derecha acarició de manera lenta la espalda de Dylan, sin poder evitar tal hecho, Dylan se dejó mientras que trataba de controlar las lágrimas que caían de a poco, cuando él volteó a mirarla se percató de algo que lo dejó anonadado.

—Tú...¿qué pasó contigo?

Ella ya no era la chica amistosa del colegio, al contrario, sus trenzas fueron cambiados por una cola de caballo, vestía una polera blanca y una falda negra que le llegaba hasta sus piernas, además, no parecía estar maquillada. Sin embargo, ese aspecto suyo hizo temblar de manera significativa el corazón de Dylan.

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