Capítulo 29 |Distorsionador de mundos.

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Dimensión A

Jueves 18 de Octubre del 2018— 11:58.

La oscuridad lo atrapó sin que se diera cuenta.

Fue como si taparan sus ojos y se llevaran su fallecido cuerpo, decir que noexistíao que si no se percibiera en el mundo era semejante. Igual que cuando uno se encuentra durmiendo, pero su conciencia está en elvacío.

De un momento a otro, su cuerpo se sintió bastante tenso, en su cabeza emergió un dolor de tal grado, que no era capaz siquiera de razonar o pensar. Su corazón dejó de latir como debía hacerlo, no solo era eso; todos sus órganos, venas y sangre dejaron de funcionar de manera eficaz. Nada de su cuerpo obedecía las ordenes de su cerebro.

Él sentía que todo ello pasaba en segundos.

Y sin siquiera notarlo, todo el dolor se desvaneció.

El entendimiento volvió, fue como si un rayo pasara por su cuerpo y en solo cuestión de nanosegundos todas sus vivencias volvieran a él. Las sensaciones fueron las que siguieron la línea, frío. Era como si estuviera desnudo en una helada, sus manos temblaban, su corazón latía a una gran velocidad y la temperatura corporal de su cuerpo era baja.

Él despertó en un lugar que no conocía, dedujo que todo lo que había pasado fue por algún medicamento que tomó y por ello, los dolores que sentía en su cuerpo. Incluso sus recuerdos eran borrosos. Por propio reflejo pensó estar en su casa o colegio.

No obstante, para cuando se fijó en el lugar que se encontraba, divisó a una persona que lo apuntaba en su cabeza sin titubear.

—Quédate quieto.

Era un militar que tenía un brazo normal y el otro era metálico, al costado de este se encontraba otra persona anonadada que resultó ser otro militar, pero al ver su reacción y la cara de asombro, decir que era un novato resultaba ser acertado.

— ¿F-funcionó? ¡¿En serio?! —expresó el segundo.

El militar de un brazo normal carcajeó mientras seguía mirando a la persona que apareció de manera repentina. Fue como si la aparición de esta persona fuera el premio de un gran esfuerzo hecho por él mismo.

—Obviamente, era necesario que funcionara.

Haciendo alusión a su trabajo, el militar de un brazo normal se alejó un poco de la persona que llegaba y dejando un control en una mesa cercana volvió a la escena.

— ¿E-en dónde estoy...? Yo... ¡¿No estaba en el colegio?!

Posiblemente por la repentina escena con la que él se despertó, su cerebro pudo reaccionar más rápido de lo normal y así, hacer que sus recuerdos regresen progresivamente. Siendo lo primordial el colegio, el último lugar donde estuvo.

Aquél militar dejó de apuntarlo y señaló un misterioso artefacto que se hallaba a su lado.

El artefacto poseía grandes dimensiones, similar a una refrigeradora alta, solo que, a diferencia de esta; tenía un gran cono en la parte superior de color rojo. En otras palabras, era una extraña refrigerado-plateada que en su techo se había incorporada un extraño cono rojo, el cual dejó de brillar para convertirse en uno blanco.

—En un mundo distinto es en donde estas ahora.

Fue el militar de un brazo que le dijo ello, quizás para burlarse de él, pero la mirada del militar a ese extraño aparato dudaba de si era una broma. Además, ¿a qué se refería a un mundo distinto? ¿Acaso era una metáfora a un cambio climático? La confusión que él percibía de las palabras de aquel militar eran altas.

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