Chupetón

3.6K 147 130
                                    

Sal…Travis nunca había visto tan molesto a Sal Fisher, podía ver esos feroces ojos azules mirándolo fijamente con enfado y lujuria.

—Sal…¿Qué narices te pasa?—. Travis estaba confundido y angustiado. Había llegado a casa con un ojo hinchado y amoratado por una incidental pelea en la calle.
Dado que Nockfell ya conoce su relación con Sal Fisher un hombre no tuvo pelos en la lengua al gritarle marica a Travis en la calle, claramente eso calo su orgullo por el tema de la homosexualidad internalizada pero lo que no soporto fue que ese hombre llamará anormal y puta a Sal, acusándolo de seducir hombres respetables cómo Travis al mundo de la homosexualidad entregando su cuerpo.

No pudo soportar que varias personas lo secundaran en esas mentiras y se abalanzó a golpes, claramente era un hombre con más fuerza y derribo a Travis, dejando moretones en su ojo y en su estómago. Los intento ocultar de Sal pero no fue muy efectivo, apenas llego, el peliazul lo interceptó y vio su ojo hinchado, en ese instante su semblante cambio y lo arrastró hasta su habitación, en el silencio de la noche y con las luces apagadas llegaron a ese momento en el que Sal estaba encima de Travis a horcajadas, sus coletas caían en dirección al rostro de Travis y sus ojos eran lo único distinguible en la penumbra.

—¿Quién fue?— por fin habló después de un largo rato, pasó sus dedos rasposos por el ojo de Travis haciéndolo quejarse del dolor.

—Un tarado en la calle, nada grave— el rubio intento levantarse para hablar claramente.

—¡¿Nada grave?! ¿Te parece que no es grave que llegues con un golpe? Por un momento pensé que te habías encontrado con tu padre.

—¿Qué? No…—Travis apartó los ojos intimidado por el enfado de Sal, usualmente es un chico calmado y amable.

La mano de Sal empujó de nuevo al rubio contra el colchón y lentamente se quitó la prótesis facial. Acercó sus labios al oído de Travis y le susurro que cerrará los ojos, el rubio accedió ya que esa petición era debida a su incomodidad por la prótesis.

Apenas cerro los ojos sintió como el peliazul succionaba fuerte contra su cuello, rematando con un mordisco que le hizo quejarse.

—¡Sal! Eso duele ¿Qué te pasa?—. Intentó apartar el cuerpo del otro pero su estatura se compensaba con su peso total, era un poco más pesado que él, no más fuerte pero después de lo que ocurrió en los pasillos de la secundaria no quería volver a dejar a Sal sangrando y que aparte alguien como Ashley vea su rostro nuevamente, más cuando él no ha tenido ese derecho.

—los únicos moretones que quiero ver en tu cuerpo son los que yo te haré, dejare que la gente de Nockfell hablé con toda la razón del mundo, que me llamen una puta seductora…—. Paso su lengua por encima del chupetón prominente en el cuello del rubio.

—¿Qué? ¿Desde cuándo sabes que la gente te llama así?—. El rubio abrió por un momento los ojos distinguiendo un poco de la mejilla de Sal, pudo notar que sus dientes eran visibles, en seguida los volvió a cerrar.
—Travis…llevo varias semanas recibiendo mensajes obscenos, muchos hombres me han mandado imágenes sugerentes y todos esperando que yo les "presté" mis servicios…supongo que en cuanto nos hicimos pareja, tu padre corrió un rumor sobre que yo ofrezco mi cuerpo con el objetivo de "hacer" homosexuales a otros hombre.

El rubio estaba tan enfadado que quería ir a golpear a su padre pero el peliazul se lo impidió, lo empujó contra la cama y le quitó la playera rosa.

— a mi no me importa lo que digan de mi, lo único que quiero es que tú ya no te metas en líos, me lastima verte herido casi todos los días, quiero que lo único que se vea amoratado en tu piel sean las pruebas de que eres mío Phelps—. Sal volvió a pegar sus labios contra la piel morena, las succiones se notaban cómo un dolor de cabeza y Travis podía suponer que era por ese detalle de la mejilla.

30 días OTP (Sally Face x Travis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora