Felación

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Sal y Travis se encontraban uno al lado del otro, sentados en el silencio de la tarde, un poco incómodos aparentemente.

— ¿Entonces Traaavis?—. Espeto Sal.

— ¿No se infectara esa cosa?—. Respondió Travis,removiendo sus piernas.
Ambos se miraron, el rubio como siempre traía el entrecejo fruncido y Sal…apenas se podía distinguir su expresión con esa prótesis facial.

—no creo, ya tengo una semana con ella—. Respondió el peliazul mientras paseaba su mano por el muslo de Travis.

—es que…no creo que sea higiénico y puedes lastimarte o yo qué sé —. Dijo el rubio.

Para este punto Sal Fisher ya no hacía caso a lo que su novio le decía, estaba paseando la punta de su nariz por el cuello del moreno mientras subía la mano muy cerca de la pelvis del contrario.

—¿acaso te da miedo que se sienta bien y no poder autocontrolarte una vez que empecemos?— cuestiono Sal.

Travis apartó al otro hombre enfadado y él solo, cansado de verse tan vulnerable siempre que tenían contacto físico se levantó y desabrochó sus pantalones dejando a la vista su boxer rosa.

— ¿Feliz?—. Dijo el moreno sonrojado, aunque esa expresión de enfado nunca se iba.

–¡Oh!, ¿Tanta impaciencia?–. Respondió Sal mientras se colocaba de cuclillas frente a Travis que ya se había vuelto a sentar en el borde de la cama.

— ¡Vete a la mierda!—. Replicó Travis cubriendo su rostro con el antebrazo derecho.

— ¿Listo?—. Sal se estaba quitando la prótesis facial.

Travis ya estaba excitado, mentiría si dijera que su pene no estaba ansioso por saber cómo se sentiría una felación con ese objeto en la lengua de Sal. Apenas el peliazul se quitó la prótesis dejo a la vista su lengua perfectamente limpia con una joya de acero quirúrgico en medio del músculo.

Travis trago saliva mientras se acomodaba mejor en la cama, Sal atrajo las cadera del rubio a su rostro y lentamente tanteo el borde del boxer mientras se relamia los labios ásperos. A decir verdad a Travis no le molestaba lo resecos que llegaban a estar los labios de su novio, muy por el contrario esa sensación que podía llegar a ser dolorosa llegaba a ser muy placentera para él.

Sal tiro del boxer dejando a la vista el pene de su novio, este ya estaba goteando líquido preseminal.

— Alguien está muy emocionado —. Dijo Sal antes de abrir la boca para meter el falo en su cavidad bucal.
— ¡Yo no…! ¡Ah!—. La primera impresión de Travis por aquella felación lo dejo sin palabras, era la fricción húmeda de la lengua pero con un pequeño objeto esférico paseándose en toda su extensión. Sal no podía hacer succión debido a que le faltaba una parte de su mejilla pero encontraba la manera de hacer sentir bien a su novio únicamente con su lengua, de ahí partía que se decidiera a perforar la lengua, había escuchado que las felación se sentían aún mejor.

— ¡Ahh! Sal, esa cosa… está…se siente…—. El rubio no podía terminar sus oraciones con claridad, Sal levanto la mirada y se encontró con el rubio sonrojado, sus ojos estaban llorosos y las palmas de sus manos apretaban con fuerza las sábanas de la cama.

El peli azul paseo su lengua por toda la longitud, fue desde la base hasta la cabeza del pene, en este último se tomó su tiempo de presionar con la punta de la lengua, saboreando lo salado del pre semen para proseguir a pasear su lengua en círculos, logro que la pieza rozará  el glande del rubio.

Travis se tenso cuando sintió la estimulación del metal contra su pene, tenso las piernas y se esforzó por no cerrarlas, que de igual manera Fischer las mantenía abiertas con sus manos. El peliazul volvió a mirar a Travis y este le desvío la mirada avergonzado. Quizá los vecinos ya habían escuchado sus gemidos pero pensar eso lo avergonzaba aún más.

Las piernas le temblaban y trataba de callar sus gemidos lo más que podía, claramente eso molesto al peliazul. Sal detuvo su acción y se levantó del suelo.

— ¿Así quieres jugar?— dijo Sal.

Travis no comprendía el por qué de su enfado, sentía que todo su cuerpo temblaba por la sobre estimulación. Miro confundido a su novio, sus ojos azules estaban llenos de un sentimiento primitivo, cuando menos se lo espero el peli azul lo empujó contra el colchón.

—¿Qué te pasa?—. Dijo el más alto.

—¿No me dejaras escuchar tus gemidos? ¿Te comportas tan tímido?—. Respondió Sal.

—¿Acaso debo gemir para complacerte?— replicó Travis.

— Si no lo haces ¿Cómo sabré si estoy haciendo algo que te guste?—. Respondió el más bajo mientras paseaba su mano por el rostro de Travis, acaricio sus mejillas y paseo sus dedos por sus labios húmedos.

—es…es que…no quiero que me escuchen tus vecinos—. Travis aparto la mirada y dejo ver una expresión de vulnerabilidad a Sal, estaba sonrojado y su ceño fruncido se había aligerado con la vergüenza que le daba hablar con claridad sobre sus sentimientos.

— mis vecinos no están y tampoco papá —. Susurró Sal a Travis en el oído, este acto estremecio al más alto al punto que sintió que una descarga eléctrica le recorrió todo el cuerpo concentrándose en su erección.

Sally levanto el sueter de Travis por encima de su pecho, dejo al descubierto los pezones marrones del otro hombre. Volvió a relamer sus  labios y prosiguió con su actividad previa, lamió la parte interna de los muslos de Travis haciendo succión en algunas zonas cercanas al falo.

Cuando nuevamente metió el pene en su boca, Travis tuvo un escalofrío al sentir la pieza rozando bruscamente su piel ya sensible, apretó su mano en las sábanas y gimió por lo bajo. Sal le extendió la mano pero no para que la sostuviera sino para darle un estímulo extra a su novio pellizcando entre sus dedos índice y pulgar el pezón derecho del rubio.
Jalaba un poco de este y lo frotaba en círculos.

La sensación en su pecho y en su pene estaban haciendo que la cabeza de Travis diera vueltas, sentía un calor abrumador en el ambiente, su cabeza solo podía pensar en como la lengua de Fischer lamía su glande y algunas veces frotaba la pieza metálica en su glande. El rubio sentía que estaba a punto de eyacular por lo que quería impedir hacerlo en la boca de su novio, se trataba de un tema de vergüenza.

—Sal…yo ya voy a venirme…ahh—. Aviso el rubio entre gemidos sonoros.

Sal por supuesto que lo ignoro y siguió subiendo y bajando la cabeza sobre la erección de Travis, este último intento golpearlo con su pierna izquierda pero solo logro que Sal recordara que debía extender sus piernas para evitar eso.
Sujeto los muslos de Travis y los aparto de su rostro, algunas veces los acariciaba con calidez y suavidad.

Travis tomo la mano de Sal, la misma que ahora sujetaba si pierna y antes frotó su pezón y la presiono con fuerza, estaba haciendo lo imposible por no eyacular en la boca del pelo azul.
Intento quitar a su novio jalando su cabello pero al descubrir los ojos azules que lo miraban ferozmente se quedó paralizado.

—Sal… no me quiero venir en tu boca ¡Ahh!, No quiero, no…¡No!—. Travis gritaba mientras Sal succionaba con mayor fuerza, entonces la pieza frotó la punta de la cabeza del pene de Travis provocando que eyaculara en la cavidad bucal.

El rubio hizo la cabeza para atrás y curveo la espalda, las piernas imposibilitadas de cerrarse temblaban violentamente y sus labios no tenían miedo de gemir a un volumen alto. El peliazul cerro los ojos cuando sintió el semen caer en su garganta, disfruto la sensación de ver y sentir a Travis extasiado por el placer.

Soltó las piernas del rubio mientras tragaba el semen y se limpiaba la comisura del labio. Se recostó a un lado del rubio que seguía respirando agitado. Sal paseo su mano por el abdomen y pecho del otro y apreciaba cada gesto vulnerable de Travis.

—¿Y qué tal?—. Sally pregunto.
— ¿Eh? ¡Vete a la mierda!—. Travis aún no estaba en condiciones de responder con coherencia al más bajo.
Sal solo rio un poco ante la reacción de su novio, le volvió a poner el boxer y lo acomodo de costado para que descansará un poco, el peliazul disfrutaría de su novio relajado mientras la vergüenza lo volvía a invadir.

Los dos,solos en la habitación mirándose en silencio y disfrutando de su compañía.

30 días OTP (Sally Face x Travis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora