30 días OTP (Sally Face x Travis)

Ruidoso y exagerado

ACLARACIÓN: Esto ocurre antes de los sucesos en los que Kenneth Phelps le lástima el ojo a Travis.

Era verano en Nockfell, Sal Fisher no tenía mucho tiempo viviendo con su amigo Todd y su novio Neil, eso sí, se había dejado de ver un largo tiempo con Travis ya que era más probable que el ministro Phelps los viera juntos.

Sin embargo, ese día Sally se presentó justo frente a Travis, en la puerta de su casa con ese nuevo look tan casual,recién se había dejado de hacer las peculiares y bobas coletas y las reemplazó por su largo cabello suelto.

—¡Hey! Traaaavis—. El rubio podía jurar que detrás de esa prótesis había una sonrisa pícara.

— tienes suerte de que Kenneth no está en casa hoy, salió por asuntos de la iglesia—. Sally suspiro y se recargo en el marco de su puerta.

— ¿Quieres ir conmigo a un concierto de Sanity's Fall?—. Dijo el peliazul.

Travis odiaba esa música tan ruidosa, el death metal no era lo suyo pero igual quería pasar el día con Sal, extrañaba su aroma, su cabello y esos ojos azules.

— ¿Irá Larry?—. Pregunto para no verse tan obvio al decir rápidamente si.

— Nop, solo tú y yo, con un montón de metaleros que no nos conocen—. Sal le mostró las entradas al concierto y se acomodó la playera de mangas cortas.

Ese tiempo separados les había afectado mucho, Sal tenía marcas visibles de cortes en los brazos y quizá esa era la razón del por qué no quería ir con Jonhson. La estúpida decisión  de Travis por volver a casa después de que Kenneth Phelps lo golpeó, tantas veces tuvo la oportunidad de quedarse con Sal pero ciertamente sentía que estorbaría en su desarrollo universitario, de ahí la razón por regresar.

— Está bien, deja me arreglo y nos vamos—. Como siempre Travis llevaba pantalones cortos y un suéter rosa, sin lugar a dudas a Sal Fisher le encantaba que aunque pasará el tiempo el rubio no cambiaba su estilo.

—¡Aish! Así te ves bien—. Sally cogió el brazo de Travis y lo arrastró fuera de casa. Durante el camino solo hablaron de sus vidas, de lo mucho que reprimía Kenneth a Travis y de lo mucho que le costó regresar a casa después de la golpiza que le propinó.

—¡Joder! En serio Travis, deberías venir conmigo, Todd y Neil no nos harán caso, mi cuarto es espacioso y podemos estar los dos…— aquí venía de nuevo la misma propuesta de todos los días.

—Sal, yo…—. El peliazul no lo dejo terminar, lo jalo fuera del bus y camino hasta un campo abierto donde unos guardias pedían las entradas a varias personas vestidas de negro o rojo, en este caso Travis era el acento dentro del evento.

—¡Llegamos! Sal soltó al rubio y camino enfrente suyo, solo hasta este momento Travis se dió cuenta de que el más bajo traía puestos esos jeans rojos rotos de las rodillas y también de la parte baja del trasero.

Dejaba en evidencia ese boxer negro ajustado y sin embargo la piel pálida de Sally provocaba algo en Travis, ver cómo sIn pudor se paseaba dejando a la vista ese trozo de su piel. Se acercó a Sal y no se apartó ni un segundo de su espalda, no quería que nadie más notará esa blanca piel sudando y brillando por su contacto a la intemperie.

El concierto comenzó justo cuando ellos se acercaron al escenario y en ese momento le fue imposible a Travis cubrir el muslo trasero de Sally, a decir verdad nadie más veía de esa manera tan erótica y romántica la piel del joven raro.

Varios se burlaban pensando que Sally no tenía idea de esa rotura y otros lo dejaban pasar pero para el rubio esa muestra de piel era todo, era el único impulso que necesitaba para sentir ansiedad y calor, de querer estar a solas con el más bajo.