30 días OTP (Sally Face x Travis)

Cosplayando

En sus sueños podia respirar sin sentirse una basura, sin que la voz demandante de los demás le dijeran cómo se debe comportar un hombre. La primera vez que Travis se sintió así fue el primer día de clases de Sal Fisher, en cuando entro al aula el corazón del rubio comenzó a estremecerse, palpitaba tan rapido que sintio que se desmayaria.

Esa noche, en sus sueños aparecio Sally Face, tocando su rostro y sonriendo cual tonto, desperto llorando porque así no debería sentirse un chico, no por otro chico. A diario, en el confesionario se expiaba en silencio, sin ningun ministro del otro lado que le pudiera reprender a golpes por siquiera pensarlo.

Vivio cegado y malencarado, soñando con una libertad que no tenía, intentando no ahogarse en las demandas performativas de Nockfell, Sal Fisher lo hizo anhelar el roce de otro hombre y aunque llego a considerar obtenerlo de algun otro, no se sintio comodo siquiera con la idea.

Sal Fisher ingreso a la habitación con un vestido negro, la tela se transparentaba de algunas zonas y dejaba holgada la cadera para abajo, tenia mucho vuelo y además, le combinaba con el color de uñas,encima una chaqueta de cuero negra, se habria dejado suelto el cabello, acomodo su flequillo y en general se peino, por zapatos llevaba sus converse azules de siempre y unas medias en sus cortas piernas, dejando a la vista su blanca piel.

_Traaavis, he cumplido, aunque no veo el por qué de que moleste traer una falda_. El rubio miro a Sal y trago saliva, a pesar de que no le atraen las chicas, ver así a Sal le hacia desear ver más de eso.

_ te miras bien_. dijo apartando la vista, se sentia ahogado al no poder sacarse el palo del trasero y poder decirle a Sal lo bien que se ve y lo mucho que anhelaba ser sujetado.

-Bien…¿cuál es el punto de vestirme así si no vamos a utilizarlo?_. Sal respondio, restando importancia al halago flojo del rubio, una vez que estuvo frente a Sal se acomodo a horcajadas sobre Travis, que estaba sentando en el filo de la cama.

-ehh…Sal…¿qué se supone que haces?- removio un poco las piernas intentando acomodarse lejos, estaba sumamente nervioso, aguantando las ganas de revolver el cabello perfectamente planchado.

-busco los labios de mi novio-. Sal se quito la protesis y volvio a rodear el cuello de Travis con los brazos- tu halago fue muy escueto…¿soy una chica atractiva?- los labios de Sal provocaban que Travis se pusiera sumamente nervioso.

-s-si-. respondio mirando a la lejania las demás mascaras de Sal en la pared- eres hermoso-. termino.

-buen chico, ¿ qué es lo que quiere Travis Phelp? ¿anhelas follarte a una chica o…-. Sal pego sus labios al oido frio del rubio- que ella te folle a ti?- El rubio no aguantaba el calor que brotaba de sus mejillas, sentia que no se podia mover ni mirar a Sal, estaba siendo sofocado por la tensión.

-que me…-. Sal noto la poca soltura del contrario, sus manos temblando y los tartamudeos.

-¡ pero que rudo fui! toda novia debe calentar primero a  su novio ¿no?- Sal se bajo y termino posando las rodillas en el suelo, para tener el acceso total y unico al pene del rubio, ambos estaban agitados.

-S-Sal…_. el peliazul alzo la mirada con las manos puestas en la cremallera de Travis.

-¿no quieres?- pregunto Sal, temeroso de que su novio estuviera incomodo.

-si quiero pero…no seria muy cortes de mi parte dejar que mi novio haga todo…-. sus ojos mostraban el deseo que emergia desde su interior.

-bueno, es verdad… ¿gustas que hagamos algo juntos para este juego previo?- Sal se volvio a levantar, dejando ligeramente a la vista las bragas negras que lleva puestas debajo del vestido.