30 días OTP (Sally Face x Travis)

Recuerdos

Sal sostenía con fuerza ambos falos, debajo de él yacía el cuerpo de Travis, sus rubios cabellos parecían un halo, desde el incidente su actitud cambió bastante, había dejado que su ucabello creciera hasta los hombros y no tenía el cuidado prolijo de peinarlo como antes.

El cuerpo de Travis era más delgado, últimamente no comía bien y eso preocupaba a Sal, sus piernas temblaban por unos simples roces en su pene y a rdecir verdad se había vuelto más honesto respecto a cómo es con Sally en esos momentos de intimidad.

—mmmhg… Sal…—. Travis acomodo sus piernas a los costados del peliazul.

—Travis, volviste a adelgazar—. Sal prosiguió con su masturbación, ambos falos eran demasiado calientes para provocar aún más calor con el sol veraniego.

—ah,ah… eso no es cierto, estoy igual que hace unas semanas—. Las caderas de Travis eran honestas respecto al roce, se elevaban de vez en cuando para sentir más la mano de Sal.

—¿De verdad? Entonces ¿Por qué aquí se notan tus huesos?— dijo Sal mientras paseaba su mano por las costillas de Travis, aún tenía marcas de los golpes de Kenneth Phelps.

Sal continuó con su vaivén, podía sentir el presemen de ambos combinarse, hacía tanto calor que ambos sudaban bastante, a pesar de que la habitación de Sal no tenía acceso a ventanas podía sentir que el sol los golpeaba directamente.

Las manos de Travis no encontraban donde sujetarse, sus ojos evitaban el rostro ajeno por la vergüenza y a decir verdad el toque brusco de Sal en sus costillas lo hacía sentir seguro.

-Quizá no he comido lo suficiente estos días- respondió el rubio para después relamer sus labios resecos.

-¿quizá? ¿cómo debería obligarte a comer?- Sal no quería hacer muy evidente el hecho de que está preocupado, mientras subía su mano por la longitud del rubio pudo apreciar lo sencillo que estaba siendo satisfacerlo, su piel enrojecida, lubricada por el liquido preseminal y su obsceno vello rubio en la pelvis.

-Sal…deja de hablar…- Travis jalo el cuello del suéter de Sal para atraerlo a su rostro, quedando lo suficientemente cerca para besarse.

Sus lenguas se paseaban en la cavidad bucal ajena, el sonido húmedo hacía que la dulce voz del rubio entrara en la cabeza del peliazul, se estaban mareando por el placer y el agobiante calor de la habitación.

-Te amo Traaavis- dijo Sal al apartarse, sus manos se movieron con más frenesí, el cuerpo delgado del moreno se estremecía mientras más rapido sentia el orgasmo cerca, sus gemidos se hicieron más sonoros y también los de Sal acompañando. Cerraron los ojos cuando el orgasmo bajó a sus vientres y explotó dejando salir grandes cantidades de semen en el abdomen del rubio.

-mmmhg…carajo…me siento mareado- dijo Travis viendo el semen gotear en su piel sudada.

Sal miró a Travis y llevó su mano empapada de semen hasta sus labios, lamió uno de sus dedos saboreando lo amargo del líquido. Travis abrió los ojos con sorpresa y se incorporó a la cama.

-¿qué haces? eso es sucio, ¡no lo hagas!- dijo el rubio antes de notar que el peliazul acercó la misma mano hasta Travis.

—no se debe desperdiciar la comida Travs- respondió mientras empujaba su dedo empapado contra los labios cerrados del rubio.

Travis trago saliva muy notoriamente, miro a Sal a los ojos accediendo a abrir su boca sintiendo el amargo sabor del semen que probablemente sería de ambos. saboreo la longitud del dedo contrario mientras limpiaba la piel del semen que terminaba por bajar hasta su garganta.