30 días OTP (Sally Face x Travis)

Masturbación al activo

Travis estaba enseñándole a Sal cómo debía defenderse de los matones, el peliazul  es un chico muy bajito a comparación de varios con los que solía convivir en la escuela, lo cual lo hacía un blanco fácil; por no destacar también su prótesis facial como objetivo de burlas.

—tienes que colocar de esta manera tu puño¡Intenta golpearme!—. Travis se alejó un poco de Sal para que esté lo golpeara.

—En realidad…no me interesa mucho golpear a otras personas…—. El peliazul estaba indeciso sobre lastimar al rubio solo para aprender.

—¡Sal! Debes defenderte de los demás, ¡Anda! Un golpe no me hará daño —. El rubio se volvió a posicionar frente a Sal esperando el golpe.

El peliazul estaba acomodando su postura para dar el golpe y justo cuando se lanzó a darlo terminó cayendo al suelo porque Travis, al querer jugarle una broma, terminó quitándose. Esto provocó que Sal se torciera la muñeca por caer encima de la misma.

Rápidamente fueron con el doctor y este le vendo la muñeca a Sal, indicando que no podía hacer nada de esfuerzo,al ser su mano derecha esto sería algo complicado,aunque claramente Travis se tendría que hacer cargo de todo lo que habitualmente hace Sal porque fue su culpa que este se lastimara.

Al llegar al departamento, Travis avergonzado preguntó.

—¿Qué debo hacer?—. La pregunta fue directa.

—pues…tendrás que ayudarme con TODO lo que hago en un día, mmm…lo primero sería alimentar Gizmo y limpiar su arenero.—. Sal mentiría si dijera que no le pareció graciosa la expresión de Travis al escuchar arenero entre sus tareas.

—bien…—. El rubio no tardó en empezar con sus actividades.

Empezó con Gizmo y luego tuvo que pasar a tender la cama de Sal, hacer la comida, barrer un poco la suciedad de la tarde, hacer la tarea de Sal, cepillar a Gizmo, entre otras cosas.

—muchas gracias Travs—. La sonrisa de Sal no transmitía confianza al rubio, le parecía…ladina.

—¡Bien! Ya es tarde y creo que ya solo quedaría ayudarte a lavar tus dientes o algo como eso—. El rubio se dirigía al baño cuando Sal lo siguió, no le pareció algo extraño puesto que menciono lo de los dientes.

—de hecho…necesito que me ayudes a bañarme…— Sal cerro la puerta detrás suyo mientras miraba a Travis.

—¡¿Qué?! Eso…no creo que necesites mi ayuda para eso Sal Fisher —. El rubio apartó la mirada sonrojado.

— ¡Bueno! Quizá no sea necesario un baño pa te a que me ayudes a hacer algo que hago todas las noches Traaaavis—. Lentamente Sal se acercó a Travis arriconandolo en el lavamanos.

—¿Qu-ué?—. El peliazul estaba muy cerca recorriendo con esos ojos azules el cuerpo entero del moreno, no había mucho espacio para respirar entre ellos, de hecho estaban prácticamente pegados y las caderas de Travis pegaban con el lavamanos.

—de hecho…a estas horas de la noche…yo suelo…—. Sal acercó sus labios al oído del rubio— masturbarme.

Travis se cubrió el oído tras tener un escalofrío, sentía arder sus mejillas mientras pensaba en Sal Fisher tocándose todas las noches.

—creo que no te puedo ayudar en eso —. Intentó alejar al peliazul para irse del baño pero Sal fingió dolor en su muñeca cuando el rubio lo rozó, esto hizo que Travis se detuviera con la idea de irse.

—en realidad…puedes ayudarme mucho ya que suelo tocarme pensando en ti haciéndolo por mi…—. Volvió a acercarse lo suficiente como para hacer sentir calor al más alto— en mis fantasías sueles hacérmelo con la mano—. Sal tocó con su mano izquierda la mano del rubio.— o también con tus muslos—. Su mano viajo hasta el interior de sus piernas, peligrosamente se acercó a la entrepierna del moreno haciéndolo temblar— aunque… mi fantasía preferida es cuando me lo haces con la boca—.Travis abrió los ojos con sorpresa mientras sentía como el peliazul le daba un beso, metió su lengua buscando desahogar su lujuria en ese contacto.