30 días OTP (Sally Face x Travis)

Con ropa

Sal y Travis estaban en el apartamento 402, el silencio y el calor del verano hacían aún más tensa la situación, de por sí, haberse declarado novios en la escuela secundaria ya había sido algo bastante vergonzoso para el rubio; estar ahora en la habitación del peliazul, con un calor infernal que ni el ventilador puede apaciguar y con la mano de su novio paseando por su pierna con la intención de aventurarse más arriba, era aún más vergonzoso.

-¿Travis?- dijo Sal

-¿s-si?- respondio Travis algo nervioso, no podia mirar los ojos de Sal, se sentia muy avergonzado.

El peliazul se acercó al rubio y paseo la nariz de su prótesis por el cuello del moreno, esa acción hizo estremecer a Travis, la mano de Sal comenzó a tantear la pelvis de su novio y este último, en respuesta, dio un ligero salto en su sitio.

-¿puedo… puedo tocarte debajo de la ropa?- la voz de Fischer se escuchaba ronca y nerviosa, él queria dar el siguiente paso en su relación, recién habia cumplido 18 años el rubio, lo cual le hacia legal para Sal, quien cumplio años antes que su novio. Desde que declararon su amor a los 15 años, Sal ya tenía pensamientos obscenos por el otro, usualmente en las clases, con solo mirar su rubia cabellera pensaba en someterlo, empujarlo a su colchón y dejar su cuello marcado, frotarse contra él y verlo llorar por la agresiva intrusión, salía de sus pensamientos avergonzado y constantemente tenía que ir al baño.

Claramente el momento habia llegado y estaba reprimiendo sus deseos por someter a su novio para hacer de su primera vez la más romantica y memorable. Hacia días ya habia investigado con Larry cómo se tiene sexo anal y cómo se debe preparar a un hombre si no se le quiere herir al momento de penetrarlo. Su hermanastro le ayudo a conseguir el lubricante y los condones en la farmacia cercana, sabía que el peliazul se pondría muy nervioso frente a la vendedora y al final no pediría nada.

-Yo..yo estoy muy nervioso Sally… ¡perdón! Sal- Travis volvio la cabeza para encontrarse con los ojos azules de Sal, quien le miraba fijamente.

-Puedes decirme Sally Face o Sal, no me molesta ninguno de los dos, a decir verdad, yo también estoy nervioso Travis-. el rubio se sintió relajado, la respiración y la serenidad de Sally le hacían sentirse cómodo, aunque definitivamente no se sentía con la seguridad de que Sal viera su cuerpo desnudo, que viera todos los moretones y heridas que su padre le dejaba marcadas, especialmente las de la espalda, esas grandes cicatrices que se abultaron con el pasar del tiempo.

-Quiero hacerlo pero… ¿podría dejarme la ropa puesta?- termino por declarar.

Sal se aparto y miro estupefacto a Travis, no comprendía exactamente por qué se dejaría la ropa puesta ¿es siquiera posible tener coito de esa manera?

-S-si, pero… ¿puedo quitarle los pantalones en su debido momento?- Sal dijo al fin, Travis tenia algunos golpes en sus muslos, también tenia marcas que sugieren quemaduras con tabaco pero eso no le parecía tan malo que lo viera su pareja.

-Si, digo…no creo que sea posible con los pantalones puestos…- el rubio aparto la mirada y parecio serle interesante el vaso con agua que Sal dejaba a un lado de su cama. - ¿tú…te dejarás puesta la prótesis?

Sally había olvidado ese gran detalle, abrió los ojos con sorpresa, Travis hasta el momento no había visto su rostro, cada que se daban un beso Sal le pedía que cerrara los ojos. Se quedó en silencio un momento y Travis, que estaba dándole la espalda pudo escuchar como las piezas metálicas de la prótesis eran abiertas.

Rápidamente el rubio volvió la mirada y se quedó atónito al ver el rostro de Sal Fisher por primera vez. Aquella reacción hizo sentir lo suficientemente expuesto al peliazul, estaba nervioso y su corazón latía muy rápido.