Love&Death [Lumity]

Capitulo 11 - Demonio Belcebú

POV EDA

Aquellos recuerdos...aún permanecen clavados en mi mente...Es como si no tuvieran ninguna intención de irse, ¡Ya han pasado siglos!

Mis pulmones se quemaban por el azufre del ambiente, todo a nuestro alrededor estaba envuelto en llamas. Intentaba encontrarlos con mi mirada, pero el humo no dejaba ver más allá que mis propias manos.

–¡RÍNDETE AHORA! – gritó una voz conocida, corrí en dirección de dónde provino aquella voz, al llegar El Coleccionista estaba parado enfrente de aquel Hombre que hemos estado combatiendo los últimos años.

El Hombre miraba con enfado a El Coleccionista. Intenté acercarme para poder ayudar...pero simplemente el dolor de mi cuerpo era más fuerte, caí al suelo pesadamente, como pude levanté mi cabeza para observarlos nuevamente, me sentía realmente inútil...apreté mis dientes frustrada ¡Aún puedo luchar! Eso era lo que repetía mí mente, pero mi cuerpo no podía seguir en pie...

–tu...– tambaleando el hombre se levantó –¡Me has quitado todo! – escupió sus palabras hacia El Coleccionista.

–eso no es cierto...– caminó a paso lento acercándose a su dirección– ¡tú mismo provocaste todo esto! Son las consecuencias de tu sed de poder...– cuando estuvo a una distancia considerable se detuvo –pero...yo no quiero seguir peleando contigo... – en un acto gentil le extendió la mano... mire la escena sorprendida, El Coleccionista a pesar de todo estaba dispuesto a arreglar las cosas, después de todos estos años... –olvidémoslo...y volvamos a casa, hermano...– le sonrió amablemente...pero aquel hombre no tenía ninguna intención de hacer las paces.

–¡¡NO QUIERO TU LASTIMA!!– formó con una de sus manos una cuchilla con la que velozmente cortó la cara de El Coleccionista, este soltó un quejido y se cubrió el rostro con ambas manos –¡¡TÚ SIEMPRE CREES TENER LA RAZÓN!!– con rabia lo volvió a atacar cortando sus antebrazos. Rápidamente me levanté, corriendo hacia su dirección, con las pocas fuerzas que tenía impacte un golpe con mi puño en su espina dorsal. El golpe tuvo la suficiente fuerza para poder alejarlo de El Coleccionista.

La tensión se sentía en el aire, las pocas energías que tenía se estaban agotando, transpiraba agitadamente y las gotas de sudor se resbalaban por mi cuerpo, el hombre al darse cuenta que fui yo quien lo golpeo se empezó a reír muy escandalosamente.

–claro...solo era cuestión de tiempo para que la guardaespaldas de El Coleccionista apareciera otra vez– limpio sus ropas –¿te divertiste con mi amiguita? – permanecí allí mirándolo con el ceño fruncido.

–no fue rival para mí...– respondí finalmente, él volvió a reír a causa de mi respuesta.

–si...eso es lo que tu crees...– sonrió.

¡¡EDALYN!!