Pasaron los días,
Los meses,
Y finalmente los años. El Coleccionista creció bajo la sombra del exilio de su hermano, consciente de que su relación con Belos jamás volvería a ser lo que alguna vez fue. Aún así, lo intentó. A lo largo del tiempo, trató de buscarlo, de encontrarlo en algún rincón del vasto universo. Pero Belos parecía haber desaparecido por completo... o al menos, eso creíamos.
La incertidumbre de su paradero nos acompañó siempre, pero con el tiempo, esa inquietud comenzó a desvanecerse. Había pasado tanto tiempo desde que lo desterraron, y El Coleccionista tenía ahora otra misión ante él. Hoy era el día en que le daría vida, por primera vez, a su propio universo. Un acontecimiento importante, uno que marcaría su evolución definitiva.
-¿Crees que podrá con esto? -le pregunté a Raine, él solo se rio suavemente, como si mi preocupación fuese innecesaria.
-¿Acaso dudas? -respondió con una sonrisa tranquila.
Solté un suspiro, tratando de ordenar mis pensamientos. Raine tenía razón, lo sabía, pero aún así, mi mente seguía dando vueltas.
-Bueno... ha crecido estos últimos años, pero aún creo que es muy joven para asumir esta responsabilidad... -murmuré. Raine se sentó a mi lado, su presencia siempre lograba calmarme.
-Te estás preocupando de más, Eda -dijo mientras me daba una sonrisa cálida-. El Coleccionista es capaz de asumir cualquier cosa. Solo tenemos que confiar en él.
Le devolví la sonrisa, agradecida por su apoyo. A veces, Raine podía ser la voz de la razón que tanto necesitaba. Me recosté un poco más relajada, aunque el nerviosismo aún me rondaba.
-Sí... tal vez -dije, riendo suavemente. Lo golpeé levemente en el brazo con mi codo, tratando de mantener un tono ligero-. ¿Por qué siempre tienes la razón? Me molesta.
-Bueno, alguien tiene que ser el sensato en esta relación... -respondió, tomando mi mejilla con suavidad y dándole un apretón ligero.
El gesto me tomó por sorpresa, y sentí cómo mis mejillas se calentaban de inmediato. No podía dejar que se diera cuenta de lo nerviosa que me ponía cuando hacía esas cosas. Me giré rápidamente, intentando disimular.
-¿Una relación entre tú y yo? ¡Ja! Eso quisieras... -solté con rapidez, intentando sonar burlona mientras le revolvía el cabello, como si eso pudiera disipar mi propia vergüenza.
Raine soltó una carcajada y se apartó un poco, con esa sonrisa burlona suya.
-Mejor veamos cómo va El Coleccionista -dije, cambiando rápidamente de tema antes de que la conversación tomara un rumbo que no estaba preparada para enfrentar.
Caminamos hacia el gran salón, donde todos los Archivistas ya se encontraban reunidos, formando un círculo alrededor del centro. En el medio, estaba El Coleccionista, con los ojos brillando de anticipación. Era su iniciación, el día en que se convertiría en uno de los nuestros, un Archivista de pleno derecho.
El Archivista mayor se adelantó, su presencia solemne llenando la sala. Su voz resonó en el espacio, profunda e imponente como siempre.
-Querido hermano -dijo con una autoridad que no dejaba dudas sobre su liderazgo-, hoy comienzas tu travesía por el universo que has decidido crear. Todos aquí presentes estamos orgullosos de poder llamarte nuestro hermano. Serás reconocido como un Archivista... ¿estás listo para llevar esta carga?
El Coleccionista se volteó por un momento, buscando algo en nuestras miradas, quizás alguna señal de apoyo o seguridad. Le sonreí cálidamente, asegurándole con un simple gesto que tenía mi completo respaldo. Raine a mi lado hizo lo mismo.
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Love&Death [Lumity]
Hayran KurguDonde hay luz...siempre habrá oscuridad... Pero incluso en la oscuridad puede haber luz. Y donde solo se ve la muerte...hay una pizca de amor... Luz Noceda y Amity Bligth, dos diosas completamente distintas, pero con corazones que le pertenecen a l...