Love&Death [Lumity]

Capítulo 1 - Maldición

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POV LUZ

La sangre sobresalía de la perforación que tenia en mi pecho al igual que mi boca. Mi visión estaba cada vez más borrosa, pero aún así podía ver la silueta de Amity acercándose a mi ...pero...todo se mueve a cámara lenta, su voz se escucha bastante alejada.

-¡L-LUZ!- se escuchaba desesperada y con su voz temblorosa -¡L-LUZ POR FAVOR...!, ¡¡IRE A BUSCAR AYUDA!!, resiste...- pude sentir algunas gotas cayendo sobre mi frente...eran sus lágrimas...

-A...a...mi..t..y- intente hablar pero fue inútil, lo único que provoque fue que más lágrimas salieran de sus bellos ojos que ahora están tristes

-vas a estar bien...-un sollozo se escapó de sus labios y intentando convencerse a si misma - e-estarás...bien...-

Amity...amor mío...lo siento...

-te...a-amo...-

***

Tiempo atrás

-Soy tu creador y debes obedecer a lo que te digo- me dijo una voz con enfado

- ¡No!, No quiero esto, ¡Déjame en paz! - agarre mi cabeza y caí de rodillas -¡Déjame!

-Obedece

- ¡Obedece!

- ¡OBEDECE!

Me desperté de golpe con la respiración agitada, estaba sudando frío y algunas lágrimas caían por mis mejillas, no es la primera vez que tengo este sueño, me ha estado atormentando durante varios años, pero no sé qué es lo que significa. Miré hacia el exterior y suspiré con pesadez, está amaneciendo. Vivo en una cueva en medio del bosque, muy alejada de la humanidad, no es la gran cosa, pero es agradable.

Me he acostumbrado a estar sola, pero aun así me siento vacía, siento que...algo me falta... ¿Como fue que llegue hasta este punto?, ¿Por qué no puedo recordar nada de mi pasado?,¿Por qué El Coleccionista me puedo esa estúpida maldición?

Me siento...bastante sola...

El impacto de una pequeña roca contra la piel de mi antebrazo me sacó de mis pensamientos, volteé a ver en dirección donde había provenido aquella roca, sonreí al ver de quién se trataba.

-oye chica, si la tristeza fuese un lugar sería está cueva- río y se acercó a mí lanzándome otra roca, pero esta vez a mi cabeza.

-hola a ti también Eda- le di una ligera sonrisa mientras me levantaba -bueno, al menos yo tengo un lugar decente donde dormir- bromee mientras tomaba mis prendas para vestirme.

-¡Hey!, Dormir encima de árboles no es tan malo- se cruzó de brazos -excepto que tengo que compartir con algunos animales. Hubo un pequeño silencio, pero después ambas reímos.

Edalyn Clawthrone, conocida también como la la diosa de la Guerra, es una mujer bastante respetada. Ella es la única que no me ha tratado con desprecio, a pesar de que dije que los dioses que conocía me despreciaban, bueno, Edalyn es una excepción. Siento que es la única que me entiende...

-me alegra verte Luz- su semblante cambio a uno un poco más nostálgico – no te he visto hace... ¿1 o 2 décadas? -

-si...- suspire -nada ha cambiado, miles de humanos nacen y otros miles mueren cada día – me coloque una mascara que cubría la marca de la maldición que tenia escrita en mi frente, dejando descubierta un poco  mi nariz y boca – y bueno...los dioses siguen tratándome igual...- esto ultimo lo dije un poco desanimada.

- ¡ugh!, esos tipos son unos idiotas inmaduros – ella tomo otra pequeña roca y me la lanzo, no esperaba tal impacto por lo que me sobresalte un poco - ¡no les hagas caso! Niña, eres increíble y tienes un gran corazón, son ellos los que están mal – me regalo una sonrisa -no te sientas mal por quién eres- sonreí ante sus palabras, Eda siempre me levanta el animo y hace que tolere un poco mi maldición.

-gracias Eda, no sé qué haría sin ti-

-si si lo se soy asombrosa-

Nuestra conversación fue interrumpida por el brillo de una pequeña esfera que apareció de repente enfrente de mí, las llamo "esferas del destino" ya que me muestran la próxima alma que me tendré que llevar, tome aquella esfera en mis manos y mire su contenido. Mostraba un joven de aproximadamente unos 25 años, en una habitación completamente a oscuras y con una cuerda alrededor de su cuello, tenía una expresión realmente deprimente.

-eso...se ve realmente mal... ¿Por qué algunos humanos desean tanto morir? - dijo Eda un tanto confundida.

-por que cuando ellos mueren pueden encontrar paz...- suspire -según ellos es una "solución"- deje caer aquella esfera, al momento que impacto contra el suelo se abrió un portal que me llevaría donde el humano, mire a mi acompañante y le sonreí – gracias por visitarme -

-de nada, trata de no meterte en problemas- camino a la salida de la cueva y levanto su mano en forma de despedida - ¡si me necesitas ya sabes dónde encontrarme! - dicho esto se fue del lugar. Entre en el portal cayendo suavemente en el suelo, este se cerro al momento de que entre tomando nuevamente su forma original. Miré discretamente a mi alrededor encontrando al chico que vi momentos atrás, ajustaba la cuerda en su cuello mientras lloraba. La verdad eh visto esta escena tantas veces que ya no siento nada.

La esfera me mostraba una cuenta regresiva: 5...4...3...2...2...2...se... ¿se detuvo? No lo entiendo ¿Por qué se detuvo?, levante mi vista hacia el chico y...había alguien más ahí. Era una chica de tez cálida, cabello morado y sus ojos color avellana...es...muy hermosa, pero...¿Quién es y que hace aquí? ¿es humana?, no...no lo es.

-esto no es lo que necesitas...- dijo la chica y una sonrisa triste se dibujo en su rostro, poso su mano en la espalda del joven -tienes a alguien importante a quien no puedes abandonar- en ese momento entro un perro de tamaño mediano, llevaba una pelota en su hocico, la puso en el suelo enfrente de su amo y se sentó moviendo su cola de un lado a otro. El joven rompió en llanto viendo a su mascota, se quito la cuerda que tenia en su cuello y abrazo a su perro desesperadamente.

-por Dios... ¿que estaba a punto de hacer? - dijo el joven mientras se aferraba mas a su mascota -soy un idiota...- la esfera que tenia en mis manos se desvaneció...no puedo créelo...ella ¿ha intervenido con la muerte? -no puedo abandonarte a tu suerte...eres los ultimo que me queda...- el canino solo lamia las lagrimas de su dueño mientras que la chica de cabello morado miraba la escena conmovida.

¿Quién es ella...?