Luciérnagas

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Estaba de nuevo en mi cueva creada por mi para estar caliente y resguardada de los depredadores del exterior, ya van muchas lunas desde que me desterraron de mi manada tuve que sobrevivir con lo que me han enseñado antes de irme sola por este mundo lleno de infectados, tenia 3 años cuando todo comenzó mis padres murieron un año antes por unos cazadores que pensaron entrar en territorio peligroso, muchos de la manada en ese tiempo murieron pero mis padres decidieron que era mejor abandonarme en la casa que antes vivía a mi suerte, no los culpo sabría que si estuvieran vivos me mirarían con pena y vergüenza, pero fue rápido no entendí hasta los 17 que ellos eligieron morir para salvar a la manada que yo era menos importante y así fue tiempo después encontré refugio del viento que me susurra cosas al oído.

Entonces lo olí un ciervo estaba a unos metros de mi cueva podría cazarlo para poder guardar su piel para más adelante, salí dirigiéndome en dirección norte sentí esa necesidad de sacar mi instinto para encontrar más rápido mi comida era raro el olor de ese cuervo, olía como a podrido tuve que detenerme antes observé en unos arbustos que había infectados comiéndose ese venado

- Que asco- pensé rápidamente al notar como estaban devorando a ese ciervo al que debía ser mi comida

Me acerqué más tal vez dejaron algo para mi pero los vi unos tipos con armas disparando a los infectados.

-Mierda- ahora que puedo hacer si hago ruido me escucharán, entonces lo vi una niña, a lo lejos olía a sangre pero también ese olor asqueroso de los infectados.

Tuve que estar pendiente de la niña estaría dispuesta a meterme y matar a los hombres si le hacen daño, mierda era solo una niña que podría hacer tengo que esperar no le harán nada estará bien. Seguí observando algo capto mi curiosidad los hombres le apuntaron -carajo- debo actuar no pueden herir a esa niña, me lance para protegerla del disparo que ese hombre hizo donde llegaron más, rodee con mi cuerpo a la chica para evitar que le tocara alguna bala, tuve que girarme para estar frente a los hombres que amenazaban, me tuve que lanzar hacia ellos los mordí y arranqué sus extremidades cuando acabe me propuse acercarme a la chica, despacio para no asustarla.

Ella estaba tirada pero en forma de sus rodillas llegaban a su pecho y su cabeza estaba recargada ahí, ella alzó la mirada noto que mi hocico estaba escurriendo sangre, me miró con terror intento levantarse del suelo para apuntarme con una navaja, tuve que dar unos pasos atrás me encamine a unos arbustos para  des trasformarme y así no tuviera miedo de un lobo gigante con el hocico manchado de sangre que acaba de descuartizar a unos hombres a unos metros de donde estaba.

Salí de los arbustos buscando a la chica con la mirada, estaba ahí seguía como en shock por lo que hice con esos hombres, me acerqué cuidadosamente para que no desconfiara.

-Hola- por fin dije algo para que notara mi presencia-

Ella se giró a verme asustada y con shock todavía en su rostro apuntándome con la misma navaja de hace unos minutos, hablé nuevamente

-Tranquila, no tienes porque tener miedo ahora necesito que bajes esa navaja ¿de acuerdo? - mientras le decía eso me estaba acercando poco a poco hacia ella, pero se alejó retrocediendo.

-No te me acerques- lo dijo de una manera nerviosa pero también amenazante seguía apuntándome con la navaja.

-De acuerdo, respira ¿si?, no te haré daño yo soy... b-bueno el amm.. - ¿cómo coño le digo que soy el lobo blanco que acaba de matar a los que intentaron matarla? Sin que crea que estoy loca- soy el lobo que te salvo hace unos instantes , te protegí de ellos querían matarte - por fin lo dije pero sabía que esa mirada que me daba mientras le daba la explicación decía que no me creía nada.

-Una mierda, no te creo nada ¿tú? un lobo ¿me estás jodiendo?- respondió de una forma muy burlesca y enojada como si me estuviera burlando de ella, lo sabía porque estaba empezando a oler sus emociones eran raras pero las podía interpretar.

-No te miento, soy ese lobo- intentaba tranquilizarla necesito que no crea que soy una amenaza para ella- en serio soy ese lobo puedo probártelo  pero debemos irnos antes que vengan más de ellos- apunte a los cadaveres o bueno a las extremidades que estaban regadas por el pasto, sería un hecho que escucharon los disparos y vendrían a ver qué pasó.

-No te creo nada- me siguió apuntando con la navaja, sabía que no me creería desde que la idea de que soy un lobo o un cambia formas era la posibilidad.

-Está bien te lo demostraré pero debo decirte al convertirme debes subir a mi lomo para irnos, esas personas escucharon los disparos y vendrán para ver qué sucedió, entonces confía en mi si? prometo que no te pasará nada - necesitaba que nos fuéramos ya, no tardarían en llegar podía escuchar voces a lo lejos y ruidos de coches acercándose- ahora me cambiaré ¿de acuerdo? No te asustes y has lo que te dije por favor - seguí mirándola pero sabía que ella no confiaría en mi, me hice hacia atrás para cambiarme empecé a concentrarme y pasó estaba en mis cuatro patas, alce la mirada para ver a la niña me miraba asombrada sin poder creer que me había convertido en un lobo gigante en su cara me acerqué a ella a paso lento, estuve lo suficientemente cerca para inclinarme indicándole que se suba a mi lomo me miro con duda pero después subió de un salto en mi. Empecé a correr al bosque para alejarnos lo máximo posible de la zona para que no pudieran vernos.

-Joder, esto es una locura- escuché que dijo estaba agarrada a mi pelaje sabía que esto era un muy loco momento para ella estar montada en un lobo gigante que te salvo de que te mataran para después ver qué era una mujer que dice que te subas a su lomo para irse? Demasiado drogado deberías ir para pensar algo así.

Ese fue mi primer contacto con las luciérnagas.

Mirada (Joel Miller) TLOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora