Abrí mis ojos lentamente para buscar donde estaba no recordaba nada de como en desmayé o en donde.-¿Ellie?- salió como un susurro muy bajo, tenía la voz bastante seca y se escuchaba muy ronca.
-Despertaste mamá- entro con una bandeja en las manos para dejarla en la mesa de noche al lado de la cama- estuviste desmayada casi 1 día entero, me preocupe- se sentó junto a mi en la cama para verme a los ojos.
-Lo siento... debí decirte antes- estaba llorando por la culpa- debi protegerlos...- llore más fuerte al recordar a ambos en peligro pero uno no salió de allí.
-No llores por favor- me abrazo refugiándome en sus brazos, por primera vez me sentía frágil y desprotegida.
-Debi luchar por un futuro con él...- mis lágrimas no se detenían en el recuerdo de mi musa- Ellie yo... moriré- le debía decir por fin la verdad del vínculo con la musa.
-¿Porqué dices eso? no vas a morir- miraba sus ojos ya cristalinos por lo que dije.
-Lo haré pequeña... el vínculo de musa y lobo es difícil, cuando ambos concuerdan seguir el lazo para estar juntos nada puede con ellos pero al rechazar ambos pueden morir ante la depresión que se les presentan pero el lobo los obliga a suicidarse... ellos sobreviven máximo un año para finalmente seguir eso pasó pero mi caso era diferente la única con parte lobo soy yo el peso del rechazo se intensifica por ambos haciendo las cosas más difíciles, puedo seguir viviendo después del año pero mi precio es pagado con la maraca en mi brazo poder estar cerca de él, mencionarlo o verlo me quema es un castigo- suspire para secarme mis lágrimas y seguir explicándole- se vuelve más rápido cuando la otra parte la musa muere... el único lazo que nos unían aun que es la vida es destrozado mi lobo morirá al igual que yo sin solución existente- acabe de rematar mi existencia con las tradiciones de la manda.
El silencio llenó la habitación mientras yo sentía mareada muy cansada me obligaba a mi misma para no dormirme de nuevo por el agotamiento que reinaba en mi cuerpo.
No sentía mi conexión con mi lobo eso me asustó todo los recuerdos que pasé con mi lobo se iban borrando de mi mente como si alguien borrara uno por uno las aventuras que tuve a lo largo de mis años.
No recordaba de dónde era o de dónde salí cuando me desperté me pregunté porque estaba aquí y no con mi madre jugando a escondernos de mi papá, pero al ver a Ellie se aclaró casi todo pero las preguntas de cómo llegué aquí empezaron a salir.
-Encontraremos una solución- susurro pero después no pude seguir con los ojos abiertos.
-Vamos mamá, falta poco- era la voz de una niña pero se iluminó su rostro, era Sarah sus rizos tan hermosos en sus hombros descansando- ven mami aquí estamos- me hizo una seña para que me acercara a ella pero noté que estaba en un prado lleno de flores.
-¿Sarah?- pregunté esperando no equivocarme- ¿a donde vas cariño?- ví que se estaba alejando mientras seguía haciendo el ademán para seguirla.
-Rápido ma, nos esperan- gritaba al estar algo lejos de mi.
Avance hacia ella para poder ver a donde me quería llevar pero la voz de alguien más me frenó.
-Mamá ¿a donde vas?- giré al escuchar su voz, era mi pequeña Ellie de 14 años estaba ahí parada mirándome con sus grandes ojos verdes llenos de ilusión.
Debía decidir a quien seguir pero no podía estaba en medio de ellas dos mirando a cada una de ellas con sus hermosos ojos espérenme para seguir a una de las dos.
-Circe cariño- esa voz...
Mire hacia donde provenía viendo al dueño.
-Joel- susurré mientras mis ojos se llenaban de lágrimas de verlo de vuelta pero más joven sin canas en la barba o cabello, su cabello era cafe tan brillanté.
-Ven amor- tenia una sonrisa iluminada al verme devolverle la sonrisa.
-Mamá- era Ellie llamando, me volteé para verla con sus ojos llenos de lágrimas al ver que me quería acercar a Joel- ¿me dejarás? prometiste nunca dejarme- habló deteniendo mi paso para girarme por completo para verla.
-No,no pequeña jamás te dejaría- nuevamente intente avanzar para abrazarla pero otra voz me frenó.
-Ven Circe, Sarah y yo te estamos esperando- no podía eran dos caminos diferentes para mi donde no podía decidir al verlos.
Me quede mirando a Ellie ignorando la voz de Joel que sonaba angelical para mi, tuve que mirar nuevamente a los dos, padre e hija esperándome con una sonrisa en sus caras.
-No puedo- dije al verme acorralada por esta decisión.
Desperté sobresaltada buscando a Ellie y Sarah a mi alrededor pero estaba en mi casa en Jackson pero mis recuerdos fallaron olvidando como estaba aquí en una casa que no conocía.
Donde me encontraba estaba perdida en esa casa, bajando las escaleras con mucho cuidado sintiendo que me faltaba algo.
Ese algo me tenia muy preocupada con ansiedad por no saber el que me ocurría, mire un reloj en la pared marcando las 8 de la noche estaba oscuro y muy silencioso a mi alrededor.
Escuché una melodía a lo lejos me sonaba esa voz pero no podía recordar de quien era, me lleno la voz profunda de él quien no sabía era o si lo conocía de algún lado.
La voz me lleno de tranquilidad y una sensación de mariposas en mi estomago que me asuste tal vez era ¿mi novio? ¿esposo? algún amigo que conocía tal vez no estaba segura pero conocía su voz.
Estaba en mis pensamientos para oír la puerta abriéndose sacándome de cómo esa voz dejo de escucharse.
-Mamá- era una jovencita algo alta con cabello corto y ojos grandes verdes mirándome.
-¿Quién eres?- me aleje dando pasos para atrás al no conocerla.
-¿Cómo que quien soy? soy Ellie tu hija- la mire tenía un tono de cabello parecido al mío pero mis ojos al verme en un espejo de la sala eran ¿morados? eso me asusto- respira mamá, relájate- avanzó hacia a mi con las manos alzándolas para calmarme.
-Yo... no te conozco, ¿eres realmente mi hija?- tenia muchas preguntas al respecto de todo esto.
-Soy tu hija, Ellie pero estás pasando por un golpe duro causado por caerte del cabello- no recordaba saber montar a cabello ni mucho menos una caída.
ESTÁS LEYENDO
Mirada (Joel Miller) TLOU
Ciencia FicciónDonde en un mundo apocalíptico, se fue la humanidad hacia abajo, una chica de 23 años con varias curiosidades, su pasado donde las preguntas están presentes. En donde conoce a un hombre que su pasado sigue tras de él, la muerte de su hija sigue fre...