Recorrí el sendero más querido y jamás soñado, nunca encontrado por alguien más que no sea yo.
Me desnudé ante la multitud para dejar ver mis cicatrices y, ¿qué recibí a cambio?
Palabras desleales a mi propio ser que apropié y sigo apropiando conforme el pasar del tiempo.
¿A dónde más podría ir?
¿Hay algún lugar cerca de aquí?Caminé descalzo por un prado de inmensos horizontes.
Estuve rezando plegarias de gratitud al borde de un abismo.
Vi el sol del ocaso caer pero no lo vi ocultarse.
Lloré mil noches de eternidad.
Sobreviví a 365 atardeceres de tempestad.
Jamás pedí nada y aun así seguí recibiendo lo peor.
A tal punto de alejarme de aquellos que alguna vez llamé amigos.
Le dije adiós al grupo que pensé que eran mi familia.
Y mi familia parece más desconocida que las calles por las que solía caminar de la mano con alguien que alguna vez amé.Me desnudé porque ellos querían ver quien estaba debajo de tantos lujos y artilugios.
Pensé, "este no será como uno de esos juegos"
Y me equivoqué.Ahora camino desnudo por el vasto desierto de suplicas devastadoras después de haber sido echado del paraíso inalcanzable que una vez soñé tocar.
"Hijo del pecado, la vergüenza de la creación, deshonra de Dios."