Ha pasado un largo tiempo desde la última vez que pude ver tu rostro y acariciar tu cabello.
No sabes cuánto extraño hacer eso.
Ha pasado un largo tiempo desde que reímos juntos y tú reías aún más por escuchar mi risa tan particular.
No sabes cuánto extraño eso.En mi mente vaga el vivo recuerdo de aquel domingo 14 de agosto por la madrugada cuando llamaste exactamente a las 4:44 para reportar que habías llegado a tu casa después de haber pasado con tus amigos toda la noche de fiesta, recuerdo haberte preguntado donde estabas y respondiste que en tu casa, y que como podía pensar que estabas en otro lado, que jamás me harías eso, solo sonreí y giré los ojos hacia un lado, luego seguimos conversando y de repente mi primo entro por la puerta de mi cuarto, gritaste "¿con quién estás? ¿Quién es ese?", yo solo empecé a reír y respondí "es mi primo, tontito", tú solo me miraste y dijiste "te creeré porque alguna vez yo también mentí" y de repente, empezó una discusión un tanto peculiar, porque no estaba enojado, todo lo contrario, me estaba divirtiendo, entre riñas y risas, me dijiste estar cansado y te comprendí, pues yo también lo estaba, así que acordamos que ambos iríamos a dormir, y me hiciste prometértelo que así sería, ya que si tú dormías, yo también tenía que hacerlo... volví a torcer los ojos hacia un lado y solo sonreíste para terminar diciendo "así mismo los torcías esa noche" y antes de que te respondiera cerraste, terminaste escribiéndome "descansa", al día siguiente desperté contigo en mensajes donde decías "buenos días, ya te llamo para seguir la discusión de anoche" y no sabes cuán feliz fui, ahí me di cuenta que de ya no era solo un gusto o mero agrado, te empecé a querer y mucho más que demasiado.
Aquel día antes de tu llamada tan inesperada, escribía una canción que hablaba sobre ser valiente y atreverse a amar a esa persona que tan bien te hace sin temor a lo que pueda suceder, por un momento pensé que te atreverías a hacerlo, tal vez me equivoqué... espero y no.
Aún te espero.