No debí culparte por todo eso.
No debí odiar a los lobos por eso.
Incluso cuando el azul profundo de mis noches se tornaba obscuro,
Absorbiste la poca luz que aún me quedaba,
Perdí cualquier rastro de mí,
En un sin número de posibilidades habidas y por haber.
Supongo que debo agradecértelo a ti.No debí dejarte llamarme todas las noches
Solo porque te sentías solo y querías un poco de compañía
Haciéndome creer que yo sería todo lo que tú querrías,
Haciéndome pensar que tú estarías en mis más obscuros días.
Supongo que debo agradecerte por todos mis males.No debí culparme por esto.
No debí permitirme sentir aquello.
No debí ni siquiera dejarte entrar,
Pero en mi intento de ser más fuerte que el corazón, solo logré tropezar.
Supongo que fue mi culpa al final.En mi arrepentimiento, te digo adiós.
En mi arrepentimiento, esto se acabó.
En mi arrepentimiento, jamás fue amor.
En mi arrepentimiento, fue un tropezón.
En mi arrepentimiento, un simple error.
En mi arrepentimiento, algo que sucedió y en alguna parte de lo que nunca inició pero terminó, el sistema falló y terminó doliendo mucho peor, dejándome el alma en pedazos, conmigo aun recogiendo en retazos aquello que alguna vez fue mi corazón.
En mi arrepentimiento, me pido perdón.Muy en el fondo,
Una minúscula parte de mí se alegraría por volverte a ver,
Pero la realidad es otra,
En mi arrepentimiento, no quiero volver a verte jamás...