Ojalá supieras que a pesar de tener el celular en silencio lo reviso cada segundo por si hay algún mensaje tuyo.
Ojalá supieras que a diario despierto con la esperanza de que ese día te animes a llamarme de nuevo.
Ojalá supieras que cada noche reviso tu ultima conexión para saber si sigues despierto o te encuentras dormido.
Ojalá supieras que cada que llega el fin de semana, y dan las 4 de la mañana me fijo por si llamas ebrio.
Ojalá supieras que para mí, aquel sábado 9 de julio por la madrugada sigue reproduciéndose cual película de antaño encima de una sábana blanca en mi memoria.
Ojalá supieras que aquella tarde de domingo 31 de agosto sigue presente, como me abrazaste y te recostaste entre mi pecho, respiraste tranquilo por un momento.
Ojalá supieras que desde aquel 15 de agosto me sigo preguntando qué pasó y que hice como para perderte así tan de repente.
Ojalá supieras que no estoy enojado, solo decepcionado, creí que, de verdad, tú sí serías diferente.
Ojalá supieras que te extraño tanto cada día, cada noche, en cada sueño y en cada palabra que escribo.
Ojalá supieras tantas cosas que pasan por mi mente, así entendieras cuanto te quise, y lo mucho que estaba dispuesto a hacerlo para siempre.
