Como veo la luz tenue al cerrar los ojos es como imagino mi vida detrás de vidrios rotos.
Todo iba perfecto pero la marea subió y mis barcos se hundieron junto a mi pasado roto.
Creo que soñé demasiado que me olvidé del amor,
Así que, la vida me apartó de todo lo que quiero.
Yo no hice nada.
Me paralicé.
Ni siquiera intenté nadar.
Solo me dejé hundir.
Corté nuestras historias sin dejar rastro atrás de mi destino.
Caí en la desesperación, rogando hasta que mis rodillas sangraron.
La inseguridad llegó y me culparon por crímenes jamás cometidos.
Así que caí por las escaleras y, a nadie le importó si me habían empujado.
Ahora rezo cada noche pidiendo iluminación, creo que estoy ciego, necesito fe desesperada.
El cielo se ha rendido conmigo y mis fracasos, no me queda nada más, sin razones, sin aliento.
Creo que ya no me reconozco ni un poco.
Después de todas las piedras que me tiraron.
No intenté detenerlos,
Ni siquiera me defendí.
Solo solté mi espada
Y me dejé abatir.
Cortaron mis alas y caí sobre el suelo, nadie me detuvo.
Hice lo mejor por los demás y me hicieron sentir sin valor.
Entonces la fe desapareció conmigo detrás de ella, y nadie me vio.
Ocultaron los vidrios rotos en tela blanca, y nadie jamás lo notó.
Ojalá hubiera aprendido un poco de su fuerza de voluntad.
Ojalá tuviera algo que me dé fuerzas de creer más.
Cómo todo comenzó.
No pude retenerlo.
Simplemente me rendí.
Y me hundí.
