capitulo 10

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Ryujin:

Cuando llegamos al departamento quite mis zapatos, afloje mi corbata y le dije a yeji que pasará, está obedeció y también se quitó los zapatos.

yeji se tiró en el sofá, yo fui por algo de agua pero me quedé dormida en una de las sillas de la mesa.

Me desperté más o menos una media hora después, me levanté y vi a yeji acostada en el sillón. Me acerque a ella y la tomé en mis brazos para llevarla a mi habitación, yeji aún llevaba el atuendo que se había puesto para la novatada, osea que no era algo muy cómodo. Tome una camisa de mi armario y unos shorts deportivos.

Procedí a quitar la falda de yeji, preferí no prender la luz para evitar ver su cuerpo. con mucho cuidado empeze a quitar su blusa, intentando no ver ni tocar demasiado, o más bien nada. Cuando termine de cambiarla la acosté en el lado izquierdo de mi cama e iconcientemente la observé durante unos largos segundos.

—Ryu..

Yeji estaba hablando en un susurro totalmente adormilada y aún con sus ojitos cerrados.

—Shhh duermete, yo dormiré en el sofá.

—No te vayas, Ryu

—Esta bien, pero me quedare solo un rato, yeye.

—Me gusta ese apodo—una sonrisa se formó en la cara de yeji.

—Que bien, ahora ya tengo tu consentimiento para decirte asi, pero ya duermete

—Ryu quédate conmigo, porfavoooor.

Yeji tomo mi cuello e hizo que me acostara a lado de ella quedando frente a frente, haciéndome sentir algo de felicidad, pero a la vez nervios.

—Buenas noches, Ryu

—B-Buenas noches, Yeji

Sentí como yeji se abrazo de mi pecho sin intención alguna de soltarme, claro que me deje llevar y puse mis manos alrededor de su cintura cayendo en un profundo sueño.

(...)

Yeji:

A la mañana siguente desperté en una habitación que no conocía para nada, estaba  en una cama muy cómoda con ropa que no era mia, tenía puestos unos shorts cortos y una camisa blanca demasiado grande.

Todo era muy lindo en la habitación; había un montón de dibujos  de mariposas y cosas artísticas pegadas a la pared, unas repisas con comics y figuras coleccionables, un ventanal grande con las cortinas entre abiertas, un escritorio con unas cuantas envolturas de snacks, y en la puerta  había algo escrito lo cual no alcance a leer por qué esta se abrió lentamente dejando ver a Una sonriente ¿Ryujin? Por supuesto ahora lo recordaba, anoche me había quedado dormida en su sofá, pero ¿como llegue hasta  su habitación? Y ¿por qué tengo está ropa?

—Buenos días yeye

—Buenos días ryu, ¿Que hago aquí?

—Te quedaste dormida en mi departamento anoche.

—Si, yo recuerdo eso pero ¿que no me había dormido en tu sofa?

—Ah....claro solo que no te veías muy comoda y te traje aqui

—Esta bien, gracias, ryu

Ryujin:

Yeji se veia tan bonita incluso toda adormilada, su cabello estaba despeinado sus ojitos parecían aún dormidos, sus mejillas estaban de color rojo, Y mi ropa le quedaba tan grande haciéndola parecer más pequeña de lo normal, pero el short  si le quedaba un poco corto.

La mañana estaba un poco fria, así que me dirigí a mí armario y tome una sudadera de color morado con mi nombre grabado en la espalda para dársela a Yeji.

—Toma, ¿hace un poco de frío no?—Entendí mi brazo con la sudadera.

—Si, gracias

—¿Tienes hambre yeye?

—Un poco si

—¿Te gustan los waffles?

—Claro

—De acuerdo entonces vamos a la cocina

—Me das un minuto? necesito ir al baño.

—Si está bien,  te espero en la cocina

Después de unos minutos yeji entro a la cocina, se veía tan linda y tierna que creí que me iba a dar un ataque al corazón por tanta ternura, me levanté de mi asiento y no me pude resistir a yeji, la rodeé con mis brazos capturandola en un abrazo un tanto repentino, por suerte yeji no se lo tomo a mal y me abrazo por el cuello.

—¿Estás bien?

—¿Si, por qué lo preguntas, yeye?

—Las personas no suelen abrázame mucho, al menos que tengan un problema

¿Quién mierdas no querría abrazar a tal persona como yeji? no creo que alguien en su sano juicio pudiese rechazar un abrazo de yeji.

—Lo lamento, solo me dieron ganas de abrazarte

—No te disculpes ryu, es lindo, me agrada

Me separé del abrazo y le pedí a Yeji que tomara asiento, para empezar con el desayuno.

(...)

Después de que acabamos de desayunar, yeji me dijo que tenía que irse, por supuesto que oír eso me entristeció un poco, pero sabía que el lunes iba poder volver a verla.

La casa de  yeji estaba relativamente cerca pero de igual manera subimos a mí auto. Yeji aún seguía con mi sudadera, está hace unos minutos intento devolverla pero insistí en qué se la quedará hasta la próxima vez que nos encontráramos.

Deje a yeji en su casa, regrese a mí departamento, encendí el televisor, y me quedé dormida. Al parecer la cruda de ayer seguía en pie.

Perfect (ryeji)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora