A través de su diario virtual, Saejin intenta mostrarle al mundo el lado oscuro de la vida de un idol AI. Sin embargo, con la llegada de Seung, la realidad que Saejin conocía hasta entonces cambia radicalmente.
La pregunta es: ¿Saejin está preparado...
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Ha aparecido una puerta misteriosa en uno de los edificios residenciales; lo he notado de inmediato, ya que todos los días paso frente a él.
Este es el primer cambio que veo desde que llegué aquí.
No debo abrir puertas que conduzcan a lugares desconocidos, pero no puedo resistir la curiosidad.
Sí, sé que estoy siendo un tonto. Probablemente al otro lado de la puerta sólo hay más objetos mal dibujados y glitch-citizens.
Sin embargo, lo que sea que haya... quiero verlo.
★
「𝟑 𝒉𝒐𝒖𝒓𝒔 𝒍𝒂𝒕𝒆𝒓」
Para mi sorpresa, lo primero que vi al entrar fue una escalera interminable que parecía extenderse hacia el cielo. Las paredes blancas estaban manchadas de glitches que emitían una tenue luminiscencia.
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"¿Este es el Cielo AI? ―me pregunté―. ¿Siquiera existe un lugar mágico al que van las almas de los pobres idol AI como yo?".
Subí los escalones corriendo. Temía que las escaleras no tuvieran fin. Por suerte, después de lo que me pareció una eternidad, llegué a un pasillo y me encontré con otra puerta, la cual no dudé en abrir.
Al otro lado de esta segunda puerta descubrí una estancia cuidadosamente decorada; se trataba del living de un apartamento. Me gustó. Fue amor a primera vista. A pesar de su sobriedad, era un sitio agradable y cálido.
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Era un milagro encontrar cosas nuevas en Ghost City, así que recorrí todo el apartamento.
El último lugar que revisé fue la habitación principal. Definitivamente mi habitación es más linda y pintoresca, pero debo admitir que aquella habitación tenía un encanto especial.
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Fantaseé un rato con la idea de que aquel apartamento se convirtiera en mi "segunda casa".
Sin embargo, mis pensamientos fueron bruscamente interrumpidos.
―Largo de mi habitación ―dijo una voz masculina a mis espaldas.
Me quedé paralizado, sin palabras.
Hasta donde sabía, yo era la única persona en Ghost City. El resto de los habitantes de la ciudad eran glitch-citizens, quienes no hablaban y siempre estaban en el mismo lugar.
Lentamente me di la vuelta y entonces mis ojos se encontraron con los de un chico como yo; estaba apoyado en el marco de la puerta, mirándome como si yo fuera un insecto.
Me emocioné tanto que olvidé pensar antes de actuar, así que me abalancé sobre el desconocido para darle un cariñoso abrazo de oso.
―¡Grandioso! ¡Un amigo! ―exclamé. Mi mente funcionaba a toda velocidad―. ¡Estaremos juntos todo el tiempo! Pasearemos por la ciudad, iremos al parque de diversiones, fingiremos que Rose y Jack nos invitan a cenar...
―¡Suéltame, bobo! ―me gritó mi supuesto nuevo amigo, tratando de zafarse de mi abrazo.
Pero yo no quería soltarlo porque temía que se desvaneciera. ¿Y si sólo se trataba de un glitch-citizen 2.0?
Finalmente, él me empujó con todas sus fuerzas, logrando separarnos. Para colmo de males, perdí el equilibrio y caí de espaldas sobre la cama.
―Eres demasiado bueno para ser verdad ―murmuré, pensando en voz alta.
El desconocido frunció el ceño.
―Ni siquiera me conoces ―gruñó.
Tomó mi mano y tiró de mí para que me pusiera de pie.
―Largo de mi habitación ―repitió, arrastrándome hacia la puerta.
Aturdido, me detuve y sujeté su mano con firmeza para que él también se detuviera.
No quería marcharme hasta averiguar todo lo que pudiera sobre el chico misterioso.
―¿Quién eres? ―inquirí.
―El nuevo integrante del grupo ―respondió con indiferencia―. Seung.
―Seung ―susurré.
―Sí, así me llamo ―me espetó.
Por la forma en que me hablaba, me quedó claro que su opinión de mí no era buena.
―Mi nombre es Saejin ―me presenté, inseguro de mí mismo por primera vez.
―Ya lo sé ―dijo desdeñosamente―. Los chicos me hablaron sobre ti.
―Nadie me informó sobre tu llegada ―musité, confundido, lo cual hizo reír a Seung.
―No tenían motivos para hacerlo. Sólo somos juguetes, Saejin.
Tenía razón, pero ¿era necesario decirlo de aquel modo? Aunque yo nunca me he referido al tema de una manera más agradable...
―Marionetas ―comenté.
―Exactamente ―coincidió―. Ahora vete de aquí si no quieres tener problemas.
Asentí con la cabeza, dispuesto a hacer lo que me pedía.
―Lo siento ―me disculpé antes de abandonar su habitación. ¿Dónde habían quedado mis modales? Lo primero que debí hacer fue disculparme con él por entrar en su apartamento sin permiso.
Seung asintió. Me había escuchado, pero era evidente que no le importaban mis disculpas.
―Supongo que conoces la salida ―dijo, y entonces cerró la puerta.
―¡Adiós, Seung! ―grité, pero no obtuve respuesta.
Salí del nuevo edificio muy desanimado, pero poco a poco he recuperado el buen humor.
Seung es un milagro. Admito que nuestro primer encuentro fue bastante desafortunado y que su actitud cortante y sus palabras crueles me entristecieron mucho, pero siempre había soñado con tener un compañero, así que no me rendiré fácilmente.
Mañana intentaré hablar con él. Debo arreglar las cosas. Además, quiero que nos conozcamos mejor.
Seung y yo nos convertiremos en mejores amigos, lo sé.
