𝓢𝓮𝓾𝓷𝓰: 𝓛𝓸𝓼𝓽 𝓓𝓪𝔂𝓼 ⟮𝟛⟯

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| 𝐍 𝐎 𝐖 |


Ghost City siempre ha sido un lugar silencioso, por lo que el sonido de los disparos es muy nítido.

Continúo oculto en la mansión, esperando que Eugene aparezca. Han pasado sólo unas horas desde que hablamos, pero ansío desesperadamente su llegada, aunque parezca imposible que podamos encontrarnos en una ciudad prácticamente en ruinas, con zombis digitales emergiendo constantemente de entre los escombros.

Los disparos me sobresaltan. Si alguien ha venido a aniquilarme, lo único que puedo hacer para sobrevivir es esconderme y cruzar los dedos para que no puedan encontrarme. No tengo armas. Además, no soy el personaje de un videojuego, así que, aunque las tuviera, no sabría utilizarlas. Tampoco sé pelear. Soy un inútil. Mi única arma siempre ha sido mi mal carácter y mi actitud antipática.

Me quedo quieto, escuchando con atención. El silencio regresa, pero sólo por un rato, puesto que pronto vuelvo a escuchar disparos, esta vez más cerca. ¿Qué quieren de mí? ¿Por qué han venido a matarme? Creo que estoy paranoico.

Nunca he rezado, pero este podría ser un buen momento para hacerlo. Si lo hiciera, le pediría al Dios AI que por favor Eugene llegara a tiempo para salvar mi pellejo virtual.

Me arrastro por el suelo hasta la ventana más cercana. Me pongo de rodillas, aparto con cuidado la pesada cortina y miro hacia afuera. Las calles están oscuras y distingo las siluetas de algunos glitch-citizens deambulando entre los restos de una casa que se encuentra a bastante distancia de la mansión. 

No veo nada fuera de lo común.

Sin embargo, de pronto oigo el rugido de un motor. Vuelvo a esconderme. ¿Y si alguien me vio?

Los disparos empiezan de nuevo.

Entonces alguien me llama.

―¡Seung! ―grita Eugene. Su voz suena un poco distorsionada, como si estuviera hablando a través de un megáfono.

Me asomo a la ventana nuevamente y veo un jeep rojo atravesando las calles a toda velocidad. A medida que se acerca a la mansión, puedo ver mejor. Geon conduce y Eugene está en el asiento del copiloto; efectivamente lleva un megáfono en la mano. 

Estoy tan emocionado que podría llorar. Eugene, Geon y el jeep resplandecen en medio de este mundo muerto. Tienen colores y no parecen estar a punto de desvanecerse; es más que lo que puedo decir de mí mismo.

Tengo que salir de la mansión para que ellos puedan verme. Mi peor pesadilla es que se vayan sin mí.

Me levanto y empiezo a correr. Cruzo los pasillos de la mansión lo más rápido que puedo, impaciente por llegar a la salida.

―¡Eugene! ―exclamo en cuanto abro la puerta de entrada y salgo al exterior―. ¡Estoy aquí! ―grito con todas mis fuerzas, hasta casi perder la voz.

―¡Vamos por ti! ―responde Eugene con entusiasmo.

Nunca he sido sociable. Pero nunca había necesitado tanto la compañía de otros como lo he hecho durante estos horribles días.

El jeep se detiene frente a la mansión. Eugene baja y corre hacia mí para abrazarme. No me gustan los abrazos, pero me siento feliz de recibir uno justo ahora.

No es necesario hablar. Ambos sabemos lo profundamente agradecido que me siento, y lo mucho que nos queda por recorrer antes de encontrar a Saejin.

No me interesa saber cómo Eugene y Geon consiguieron venir a mi mundo. No quiero oír explicaciones extrañas, así que no las pediré. ¿Por qué lo haría? Lo único que necesito es creer que, ahora que están aquí, todo comenzará a tener sentido. 

𝐒𝐀𝐄𝐉𝐈𝐍'𝐒 𝐃𝐈𝐀𝐑𝐘 | 𝑆𝑎𝑒𝑗𝑖𝑛 & 𝑆𝑒𝑢𝑛𝑔 | 𝑺𝑼𝑷𝑬𝑹𝑲𝑰𝑵𝑫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora