A través de su diario virtual, Saejin intenta mostrarle al mundo el lado oscuro de la vida de un idol AI. Sin embargo, con la llegada de Seung, la realidad que Saejin conocía hasta entonces cambia radicalmente.
La pregunta es: ¿Saejin está preparado...
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Mi conversación con Chang Ha me ha hecho recapacitar, así que decido ir en busca de Geon para pedirle disculpas. Chang Ha me acompaña. Aunque no lo decimos en voz alta, ambos queremos cerciorarnos de que Evelynn no le ha hecho daño a Geon. Admito que fue mala idea dividirnos y que Geon fuera con ella, pero era necesario que uno de nosotros la vigilara, puesto que todavía no confiamos en ella.
Caminamos a paso rápido hasta que un intenso resplandor, que casi nos ciega, nos obliga a detenernos momentáneamente.
Un grueso rayo de luz se eleva directamente hacia el cielo, convirtiendo el enfermizo púrpura en un celestial color azul.
―¿De dónde viene esa luz? ―pregunto, cubriéndome los ojos parcialmente con el antebrazo.
―Creo que... ―empieza a decir Chang Ha, inseguro―, creo que viene de mi vecindario.
―Seung ―digo de inmediato, echándome a correr.
―¡Eugene, espera! ―exclama Chang Ha, corriendo detrás de mí.
En el camino aparecen Geon y Evelynn, quienes también corren. La preocupación es palpable. Saber que hay tantos potenciales peligros que desconozco hace que me vuelva loco.
―En serio, niños, ustedes son un imán para los problemas ―se queja Evelynn, quien se transforma en niebla para movilizarse más deprisa.
―¿Crees que le haya pasado algo malo a Seung? ―le pregunto a Geon, asustado.
―Ya veremos ―murmura Geon, mirando siempre al frente.
―No debimos dejarlo solo ―musito, resoplando.
No volvemos a intercambiar palabra. Tenemos que concentrarnos. Amigos o enemigos, los cuatro compartimos el mismo mal presentimiento.
La luz es cada vez más potente; casi puedo sentirla atravesando mi piel. Me aterra la posibilidad de que nos desintegremos y nos convirtamos en nada en cuestión de segundos. Me aterra desaparecer antes de cerciorarme de que Seung esté bien.
―Nunca había visto algo como esto en Venom City ―dice Chang Ha, deteniéndose para recuperar el aliento.
También me detengo. Geon me imita.
Un instante después, Evelynn regresa junto a nosotros. La preocupación hace que su habitual expresión severa luzca un poco menos amenazadora.
Sabemos que un fenómeno está a punto de ocurrir. El aire está electrificado. De pronto, comienza un insistente zumbido que hace que nos cubramos los oídos.
―¿Y si este es el verdadero fin de nuestro mundo? ―pregunta Chang Ha, angustiado.
Es lo último que escucho antes de que la luz se expanda y nos absorba por completo.
