A través de su diario virtual, Saejin intenta mostrarle al mundo el lado oscuro de la vida de un idol AI. Sin embargo, con la llegada de Seung, la realidad que Saejin conocía hasta entonces cambia radicalmente.
La pregunta es: ¿Saejin está preparado...
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Estoy en la pista de aterrizaje del aeropuerto.
Espero que Evelynn cumpla con su palabra y traiga a los chicos sanos y salvos hasta aquí.
Dudo que la nave de Evelynn despierte sospechas. En este lugar las naves llegan y parten todo el tiempo, así que la llegada de una más probablemente no llame la atención. Además, la mayoría de los ciudadanos de Venom City están demasiado ocupados intentando escapar, por lo que dudo que nos presten atención.
Tengo que dejar de sentirme como si fuera un criminal. Simplemente soy un miembro de la futura "resistencia". Aunque los eventos de los últimos días han sido tan extraños y caóticos que al final todo se ha reducido a encontrar a Saejin. Básicamente, es una competencia.
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Las horas pasan y el cielo continúa estando repleto de estrellas, pero sin naves a la vista.
Empiezo a preocuparme.
¿Y si fue un error aceptar la ayuda de Evelynn?
Si Seraphine no hubiera desaparecido, probablemente Evelynn continuaría estando del lado de MAVE.
Me da miedo haberlo arruinado todo.
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Ya casi he perdido la esperanza cuando distingo unas potentes luces brillando en el cielo nocturno. Evelynn activa las luces azules de la nave varias veces, haciendo la señal que acordamos previamente.
Utilizando unos binoculares, observo con impaciencia el aterrizaje.
Un instante después, las puertas de la nave se abren. Eugene es el primero en salir. Le sigue Seung, quien parece estar furioso, lo cual no me sorprende, puesto que Eugene me advirtió sobre el carácter de su amigo. Y, por último, aparece... esperen, ¿ese es Geon?
Vaya. No sabía que él también era un androide, como Eugene. Pero no tengo tiempo para hacer suposiciones ni pensar en teorías. Salgo rápidamente del edificio en el que me encuentro para ir a recibirlos.
―¡Hola! ―saludo, agitando la mano, cuando estoy lo suficientemente cerca para que puedan escucharme.
Eugene y Geon me devuelven el saludo, mientras que Seung viene directo hacia mí y me sujeta del cuello de la camiseta.
―¿Dónde está Saejin? ―pregunta. Si las miradas pudieran matar, posiblemente yo ya estaría muerto. Seung es más aterrador de lo que pensaba.
―¡Seung, basta! ―exclama Eugene, agarrándolo por los hombros para apartarlo de mí―. Chang Ha es nuestro aliado.
―No confío en él ―masculla Seung, mirándome de pies a cabeza―. Parece un idiota.
―Coincido contigo ―responde Evelynn, materializándose frente a nosotros. Chasquea los dedos y la nave espacial desaparece.
―No me hables ―le espeta Seung, sin mirarla a la cara.
Evelynn se ríe y después vuelve a mirarme.
―Eres una "fashion emergency" andante ―dice.
Miro mi ropa. Evelynn tiene razón. Desde que comenzó el caos en Venom City no le he prestado mucha atención a mi vestuario, por lo que mi aspecto realmente es lamentable.
―Oigan, no estamos aquí para hablar de ropa ―nos reprende Eugene―. Chang Ha, ¿dónde está tu base de operaciones?
―"Base de operaciones" es una expresión demasiado sofisticada para referirse al escondrijo de esta ratita ―se burla Evelynn.
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Eugene hace un gran esfuerzo por ocultar su decepción cuando entra a mi apartamento por primera vez.
―Pintoresco lugar ―dice Geon distraídamente. No lo dice con mala intención, pero suena insultante de todas maneras.
Seung nuevamente me fulmina con la mirada.
―¿De verdad alguien como tú puede ayudarnos? ―me pregunta, alzando una ceja.
―No seas malagradecido ―le espeta Eugene, dándole un suave empujón―. Chang Ha nos permitirá quedarnos en su hogar. ¿Qué más podemos pedir?
―¿Quieres una lista detallada? ―replica Seung.
―Disculpa a Seung ―me pide Eugene, visiblemente avergonzado―. Toda esta situación ha sido muy dura para él.
―Saejin y él eran una hermosa y dulce parejita ―añade Evelynn―. Sin Saejin, nuestro pequeño Seung se siente solo y perdido.
Las manos de Seung se convierten en puños, pero las mantiene a ambos costados de su cuerpo. Su expresión se ensombrece y sus ojos reflejan claramente la rabia y la impotencia que está sintiendo justo ahora, pero no emite comentarios.
―Lo siento ―susurro con tristeza. Ni siquiera puedo imaginarme lo mucho que debe estar sufriendo.
Seung no da señales de haberme escuchado. Pasa junto a mí como si yo no existiera y se encierra en la primera habitación que encuentra, que resulta ser la mía.
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Sé lo duro que es ver el Metaverso por primera vez, así que no es buena idea que empecemos a buscar a Saejin de inmediato.
―Creo que deberían descansar un poco antes de que nos pongamos manos a la obra ―les recomiendo a Eugene y Geon―. Pueden recostarse en el sillón ―añado, señalando el living, donde está mi ruinoso sillón.
Eugene asiente con la cabeza.
Antes de darles la espalda para dirigirme al comedor, les digo:
―Bienvenidos al Metaverso.
―Bienvenidos a nuestro mundo ―agrega Evelynn. Es la primera vez que la escucho hablar con seriedad.
