A través de su diario virtual, Saejin intenta mostrarle al mundo el lado oscuro de la vida de un idol AI. Sin embargo, con la llegada de Seung, la realidad que Saejin conocía hasta entonces cambia radicalmente.
La pregunta es: ¿Saejin está preparado...
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Ver con mis propios ojos la transformación de Ghost City (ahora llamada "Sunshine City") me hizo recuperar la esperanza. Si la ciudad que había visto desmoronarse consiguió renacer, existía la pequeña posibilidad de que Saejin estuviera en alguna parte, libre de la amenaza de MAVE y esperando a que yo lo encontrara.
En este nuevo mundo, cualquier cosa era posible.
Incluso la magia.
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En cuanto salí de la mansión, comencé a buscar a Saejin. La ilusión de volver a verlo me daba fuerzas y me motivaba a continuar.
Mi búsqueda no fue sencilla, puesto que Ghost City y Venom City se habían fusionado, por lo que Sunshine City es una ciudad gigantesca, con una abundante población; es lo que en el mundo real llamarían "una ciudad sobrepoblada".
Además, tuve otro inconveniente.
Tiempo atrás, Saejin me había explicado que algunas puertas de la antigua ciudad conducían a "ninguna parte" y que podíamos desaparecer en un abismo si cruzábamos la puerta equivocada. Sin embargo, ahora las puertas pueden llevarnos a cualquier sitio, lo que ha convertido la ciudad en un laberinto, en el cual me he perdido muchísimas veces. En más de una ocasión tuve que desandar el camino recorrido y empezar de nuevo.
No obstante, a pesar de los inesperados obstáculos, nunca perdí la fe.
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En el camino, me encontré con Eugene, Geon y Chang Ha. Fue una inmensa alegría volver a verlos, aunque, considerando los milagros que nos rodeaban, no me sorprendió tanto que el universo decidiera unirnos de nuevo.
Los chicos me acompañaron en mi travesía hacia ninguna parte. Eugene también tenía la esperanza de que Saejin estuviera sano y salvo en algún lugar, preocupado por nosotros.
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Estoy muy nervioso cuando toco la puerta de la casa de Saejin. Tengo muchas dudas. Me aterra la posibilidad de que otras personas vivan aquí ahora.
He buscado a Saejin en Butterfly Hill y en la estación de metro, pero no lo he encontrado. Su casa es mi última esperanza.
Escucho la puerta abrirse.
Todo parece suceder en cámara lenta. Saejin abre la puerta totalmente y me saluda con amabilidad, pero noto al instante que algo anda mal.
Saejin me mira como si no supiera quién soy.
Mi corazón, tantas veces roto en un lapso demasiado corto de tiempo, vuelve a romperse. ¡Esto es absurdo! ¡No tiene sentido! ¿Por qué Saejin me olvidó? ¿Qué rayos está pasando?
Siento unos intensos deseos de llorar, pero me contengo para no asustar a Saejin. Necesito desesperadamente una explicación, pero sé que él no puede dármela. ¿Qué hago ahora? ¿Me voy? ¿Intento hacerle recordar?
―Eres Saejin, ¿cierto? ―le pregunto, para cerciorarme de que no se trata de otro chico AI idéntico a él.
―Sí, soy yo ―responde con timidez.
―Sólo quería cerciorarme de que realmente fueras tú ―susurro, sintiéndome peor que antes.
