❮ 𝐸𝑢𝑔𝑒𝑛𝑒'𝑠 𝑇𝑟𝑢𝑡ℎ |𝟤| ❯

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| 𝐓 𝐇 𝐄 𝐍 |


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Antes de tener un nombre, solía ser el personaje de un juego que jamás vio la luz.

Aquel juego educativo para niños era un proyecto fallido, rechazado y eliminado, como tantos otros. Por cada juego famoso que existe en el mundo, existen un montón que nunca superarán las etapas de evaluación iniciales y que, por lo tanto, jamás se convertirán en un éxito. Técnicamente, miles de "personajes" mueren cada año por esta causa. Siempre me he preguntado lo siguiente: ¿el destino de mis hermanos y hermanas sería diferente si las personas supieran lo que ocurre cuando los juegos y episodios piloto de series animadas son enviados a la papelera?


🟎


Estuve "dormido" durante mucho tiempo. Ni siquiera me daba cuenta de que tenía una consciencia de mí mismo. Estaba en la oscuridad, en la nada absoluta. No estaba vivo ni muerto, no tenía cuerpo, no podía ni quería moverme. Era real, pero simplemente existía. Era una tenue sombra en una computadora repleta de otros proyectos. La imaginación de quien me había creado era mi peor enemiga, ya que era el motivo por el que permanecería eternamente en un limbo.

Entonces... alguien robó la computadora en la que yo estaba.

Y me encontró.


🟎


Primero fui un pequeño robot, con brazos y piernas cortos. Mis movimientos eran limitados y muy torpes, y carecía de visión.

Por suerte, podía oír perfectamente.

Recuerdo la primera vez que escuché la voz de la persona que me había salvado.

―¿Hola? ―inquirió una suave voz femenina―. Hola, amiguito. ¿Estás ahí?

No sabía si podía hablar, pero lo intenté. Tardé varios minutos en reconocer mi sistema. La oscuridad que había conocido fue reemplazada por la potente luz de mis nuevos circuitos.

―Sí ―dije con una voz horrible y rasposa―. Estoy aquí.


🟎


El nombre de la chica que robó la computadora era Eleanor Rigby..., o, al menos, ése era su alias por aquel entonces.

El oficio de Eleanor dependía del punto de vista de quien estuviera observando su arduo trabajo. Hay quienes dirían que ella era una prodigiosa científica, pero otros habrían pensando que era una artesana. Y, bueno, la mayoría hubiera pensando que ella estaba loca. 

De algún modo, Eleanor y yo nos hicimos amigos. Yo era su compañero favorito durante las largas noches que ella pasaba confeccionando prototipos robóticos. Gracias al tiempo que pasábamos juntos, mi capacidad de lenguaje comenzó a mejorar.

Desarrollé una personalidad. Tenía mis propias ideas y esperanzas. Incluso pude elegir mi nombre.

Desafortunadamente, mi cuerpo no evolucionaba conmigo. Mi expansión mental era cada día mayor, pero seguía confinado en un pequeño robot.

Era el Hombre de Hojalata, pero mi Dorothy no estaba dispuesta a rendirse. Ella quería que yo tuviera un corazón como el suyo, o lo más parecido a uno que fuera posible.

𝐒𝐀𝐄𝐉𝐈𝐍'𝐒 𝐃𝐈𝐀𝐑𝐘 | 𝑆𝑎𝑒𝑗𝑖𝑛 & 𝑆𝑒𝑢𝑛𝑔 | 𝑺𝑼𝑷𝑬𝑹𝑲𝑰𝑵𝑫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora