³¹; sᴄᴀʀs ᴛʜᴀᴛ ᴡᴏɴ'ᴛ ʜᴇᴀʟ.

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Negan y Rick estaban aquí nuevamente, el hombre del bate estaba arrastrando al de cabello rizado hasta nosotros.

—Ya volvimos.– Suspiró y rió sarcásticamente.— Te haré una pregunta, Rick. ¿Sabes a qué se debió ese paseo?– El ojiazul no respondió, por lo que este cambio su expresión a un rostro completamente serio.— Responde cuando te hablo.

Rick no respondía, solo miraba el piso asustado, pero su mirada no demostraba lo mismo.

—Está bien... Este paseo se debió al modo en el que me mirabas. Quería cambiar eso y quería que entendieras. Pero, diablos, me sigues mirando del mismo maldito modo.– Se agachó haciendo que Grimes lo mire a los ojos.— Así que... ¿Te doy otra oportunidad?

—Sí.– Respondió casi tartamudeando mientras asentía repetidas veces.

—Muy bien, de acuerdo. Aquí va, el juego de premio mayor.– Inclinó su espalda hacia atrás y sacudió su bate, haciendo que la sangre que quedaba caiga sobre la cabeza del ojiazul.— Lo que hagas a continuación determinará si tu día de mierda se convierte en el de todos, un último día de mierda... O simplemente otro día de mierda. Póngale a todos un arma en la cabeza.

De repente, los Salvadores que estaban detrás nuestro sacaron un arma y las presionaron contra nuestras cabezas.

—Bien. Apunten a la altura de la nariz cuando disparen, así habrá un gran desastre.– Hizo un gesto con sus manos después de hablar.— Niño... Ven aquí.– Señaló a Carl.— Ahora.

Él se levantó de mala gana y fue hacia donde estaba Negan sin ninguna expresión en su cara.

—¿Eres izquierdo?– Preguntó el de barba acercándose a él con lentitud.

—¿Si soy qué?– Dijo confundido.

—¿Eres zurdo?– Volvió a preguntar para luego apuntarlo con su bate, tal cual hacia con todos.

—No.– Respondió mirándolo fijamente.

—Bien.– Sacó su cinturón y comenzó a atarlo contra el brazo de Carl.

—¿Qué?– Murmuré con confusión y miedo. El Salvador que estaba detrás mío solo sacó el seguro de su arma, al parecer me había oído.

—¿Eso te duele?– Apretó el cinturón con fuerza mientras sonreía.

—No.– Contestó con firmeza.

—Vaya, pues debería, se supone.– Habló sorprendido después de atar el cinturón a su brazo.— Acuéstate en el suelo, niño. Junto a tu papi.– Rió sarcástico.— Abre tus alas.

Carl hizo caso y se acostó de espaldas contra el suelo, Negan lo empujó a modo de burla para luego alejarse.

—Simon, ¿tienes un bolígrafo?– Pidió a uno de sus hombres.

—Sí.– Contestó él, y después le lanzó aquel objeto que el de barba había pedido.

—Bien, lo siento niño. Estará frío como escroto de brujo, como si lo tuvieras encima... Y él te lo pasará por el antebrazo.– Comenzó a hacer una línea en su brazo.— Ya está.

—Por favor, no.– Suplicó Rick.— No hagas nada.

—¿Yo? No, yo no haré nada.– Rió ante las palabras del ojiazul.— Verás, quiero que tomes tu hacha...  y le cortes el brazo a tu hijo, justo en esa línea.

Me quedé helada al oír lo que quería. Diablos, ya había asesinado a Abraham y a Glenn... ¿Por qué querría más? ¿No es suficiente?

—Ya sé, vas a necesitar procesar esto por un segundo. Es lógico. De todos modos, voy a necesitar que lo hagas, si no, todas estas personas van a morir.– Amenazó como si ésto fuese de lo más normal.

𝗪𝗼𝗻𝗱𝗲𝗿𝘄𝗮𝗹𝗹 ;; 𝘊𝘢𝘳𝘭 𝘎𝘳𝘪𝘮𝘦𝘴.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora