⁰¹; ғᴀᴍɪʟʏ.

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Los ruidos de disparos retumbaban en mi cabeza, una horda de estos monstruos me perseguían. Les disparaba en la cabeza, pero eran más ellos que mis balas. Había recibido un disparo en la pierna hace poco tiempo, no pude ver bien quién fue, pero no le tomé importancia y me enfoque en los no-muertos que me perseguían sin descanso alguno. Estaba corriendo como podía, mi pierna se desangraba con rapidez y cada vez me volvía más débil. Así que entendí que si no moría por ellos moriría por una infección en la herida o por un posible desangramiento por lo que me rendí y me quedé quieta esperando a que los muertos vivientes que quedaban me asesinaran.

En un abrir y cerrar de ojos los monstruos que me perseguían estaban ahora en el suelo, miré hacia todos lados para ver quién o quiénes habían rematado a esas cosas, hasta que visualice un pequeño grupo de vivos que estaba parado frente a mí.

—¿Huh?– Murmuré en un tono bajo, algo confundida y con la respiración bastante agitada. Mi cuerpo estaba completamente sudado, mi pecho subiendo arriba y abajo con rapidez.

—Michonne, las vendas.– Ordenó un hombre con una gran barba, mirando a una integrante de su grupo mientras esperaba que cumpla con lo que él había pedido.

Una mujer con rastas se acercó a él y le entregó aquel paquete de vendas algo viejas. El hombre se acercó a mí, pero yo solo gateé hacia atrás.

—¿Cuál es tu nombre? ¿De dónde vienen?– Pregunté con desconfianza mientras retrocedía.

—Rick Grimes.– Se presentó el adulto mientras se acercaba a mi para entregarme las vendas. Luego de unos minutos pareció dudar sobre algo, pero volvió a hablar.— Necesito que respondas tres preguntas.

—De acuerdo.– Respondí con más confusión mientras me colocaba las vendas junto a una rama que había en el piso, formando un torniquete.

—¿A cuántos caminantes haz matado?– Me preguntó mientras me miraba espectante, su voz grave y seria intimidándome.

—¿Con caminantes te refieres a esas... cosas?– Cuestioné señalando a los monstruos que me habían atacado, a lo que él asintió.— Probablemente más de veinte, veinticinco si es que tengo que adivinar.– Contesté tragando en seco.

—¿A cuántas personas haz matado?– Volvió a preguntar, dando un paso más adelante. Pestañeé lentamente, mis labios curvándose en una mueca.

—Una.– Contesté, mordiendo el interior de mi mejilla con algunos nervios.

—¿Por qué?

—Lo habían mordido.– Respondí nuevamente, mi sucio pulgar limpiando mi ojo.

—Bien, de acuerdo.– Me dijo y me dió la mano para que pudiera levantarme del suelo.

—¿Tienen un.. campamento?– Pregunté con algo de ilusión, esperando encontrar refugio. No podía confiar del todo en aquella gente, pero era eso o desangrarme en el bosque.

—Así es.– Me respondió aquella mujer que estaba con Rick, la que supuse que, por lo que había dicho el de cabello rizado anteriormente, se llamaba Michonne.

—¿Tienes familia? ¿Un grupo? ¿Alguien?– Me preguntó un hombre que iba con ellos, tenía los ojos rasgados y un cabello algo desordenado.

𝗪𝗼𝗻𝗱𝗲𝗿𝘄𝗮𝗹𝗹 ;; 𝘊𝘢𝘳𝘭 𝘎𝘳𝘪𝘮𝘦𝘴.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora