—¿Seguro que es por aquí?– Le pregunté a mi novio, quien nos llevaba a ambos a buscar a aquel desconocido.
Guardé silencio al ver al hombre matar un caminante el cual había caído en una de sus trampas.
—Oye.– Exclamó el ojiazul. El tipo se quedó perplejo en su lugar observándonos a ambos.— Fue mi papá, disparó al aire para ahuyentarte.– Aclaró mientras nos acercábamos poco a poco.— Soy Carl, ella es Astrid.
—Siddiq.– Se presentó asustado.
—¿Quieres agua y comida?– Ofreció Grimes, extendiendo una bolsa con ambas.
—¿Por qué?– Preguntó el hombre con desconfianza.
—Bueno, mencionaste algo que decía tu madre de ayudar a los demás.– Le recordó.— La mía solía decir que haga lo correcto.
Segundos después, Carl lanzó la bolsa al suelo para que Siddiq pudiera tomarla, y eso fue lo que hizo.
—Gracias.– Agradeció tomando la botella de agua.
—Nos alegra encontrarte.– Sonreí curvando mis labios hacia abajo.
—¿Me buscaban?– Preguntó algo confundido.
—Sí.– Contestó algo apenado.— Tenemos una comunidad.
Lo miré asombrada, no me había dicho que le diríamos sobre Alexandria.
—Te haré algunas preguntas.– Continuó mientras se acercaba aún más. El hombre asintió.— ¿A cuántos caminantes haz matado? Es difícil saber...
—Doscientos treinta y siete.– Lo interrumpió mirándolo fijamente.
—¿De verdad?– Pregunté incrédula.
—Más o menos.– Se volteó a ver al caminante que tenía detrás.
—¿A cuántas personas haz matado?
—Una.– Agachó la cabeza.
—¿Por qué?– Prosiguió el castaño mirándolo desconfiado.
—Los muertos iban a matarlo... no lo hicieron.– Respondió después de soltar un suspiro.
—Vimos las trampas que haces.– Hablé señalando las estacas detrás de él.— ¿Es por eso que mataste a tantos?
—En parte.– Murmuró por lo bajo.— Mi mamá decía que matarlos les liberaría el alma, ¿sabes? Se debe honrar a los padres, supongo.
—Si honráramos a nuestros padres no estaríamos aquí.– Me crucé de brazos con diversión.
—Y probablemente tampoco te llevaríamos a nuestra comunidad.– Agregó Carl.
Siddiq nos miró incrédulo y asombrado, ambos afirmamos que no bromeabamos.
(. . .)
Mientras caminábamos hacia Alexandria por el bosque, nos topamos con algunos caminantes comiendo un animal a lo lejos.
El ojiazul nos hizo una señal a ambos, después de unos segundos, salimos a matarlos. Clavé mi cuchilla en el cráneo blando de uno de ellos, lo único que se escuchaba eran los jadeos y gruñidos de esas cosas.
—¡Váyanse! ¡No hace falta que lo hagan!– Gritó Siddiq intentando rematar a uno de los caminantes.
Me acerqué hacia el hombre que habíamos rescatado para ayudarlo, aunque luego de matar al caminante con el cuál estaba ocupado, comenzó a rematar a los otros sin problema alguno.
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𝗪𝗼𝗻𝗱𝗲𝗿𝘄𝗮𝗹𝗹 ;; 𝘊𝘢𝘳𝘭 𝘎𝘳𝘪𝘮𝘦𝘴.
Fanfic" 𝐓𝐡𝐞𝐫𝐞 𝐚𝐫𝐞 𝐦𝐚𝐧𝐲 𝐭𝐡𝐢𝐧𝐠𝐬 𝐭𝐡𝐚𝐭 𝐈 𝐰𝐨𝐮𝐥𝐝 𝐥𝐢𝐤𝐞 𝐭𝐨 𝐬𝐚𝐲 𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮, 𝒃𝒖𝒕 𝑰 𝒅𝒐𝒏'𝒕 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒉𝒐𝒘. 𝐁𝐞𝐜𝐚𝐮𝐬𝐞 𝐦𝐚𝐲𝐛𝐞 𝒚𝒐𝒖'𝒓𝒆 𝒈𝒐𝒏𝒏𝒂 𝒃𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒐𝒏𝒆 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝒔𝒂𝒗𝒆𝒔 𝒎𝒆. 𝐀𝐧𝐝 𝐚𝐟𝐭𝐞𝐫 �...