¹²; sᴛᴏʀᴍ.

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Era de madrugada. Me había despertado con la respiración acelerada por todos los ruidos que se escuchaban. Me había dormido apoyada en la pared de madera, y el niño Grimes estaba acostado al lado de la fogata. Me pasé una mano por los ojos, y logré visualizar a Daryl intentando sostener la puerta que estaba siendo tirada abajo por una horda de caminantes.

—Carl.– Lo llamé mientras lo sacudía, él se despertó al instante. Luego ví como Maggie se despertó y fue corriendo hacia donde estaba Dixon.

Me paré como pude, ya que aún seguía medio dormida, y salí corriendo a ayudar a mi hermana y a Daryl. Sasha fue la siguiente en despertar, que también salió corriendo, y después el resto del grupo vino a ayudar. Todos intercambiamos miradas, nuestros pies se resbalaban debido al barro.

Pusimos todas nuestras fuerzas en ello, ya que el viento tampoco ayudaba y hacía que la puerta pudiera caerse. Los caminantes cada vez empujaban más y más, aunque de un momento a otro se fueron.

(. . .)

Ya había pasado el ataque de caminantes que habíamos tenido. Ahora todos los encontrábamos durmiendo cerca. Yo no había podido dormir bien, me despertaba a cada rato por si volvía a suceder, así que llegué a un punto que dejé de intentar dormir y me quedé sentada en mi lugar. Al rato Maggie se despertó, me miró y después miró a Daryl, que tampoco había logrado dormir, y se sentó junto a él y comenzó a hablarle. Me encontraba mirando el rostro dormido de Carl a mi lado junto a Judith, no entendía cómo lograba dormir después de todo lo que estaba sucediendo, luego miré a Abraham, que se encontraba observándome al frente mío.

Me levanté al ver a Abe y él hizo lo mismo. Pasó su brazo por alrededor de mis hombros y ambos salimos afuera.

—Mierda, al parecer no era solo un diluvio.– Dije al ver todos los árboles caídos, aplastando a algunos caminantes.

Él rió y asintió mientras nos alejabamos del granero. Me sentía bastante a gusto con Abe, era un gran compañero.

—Entonces...– Habló por primera vez, haciendo un gesto raro con la cabeza. Lo miré confundida.— Ya sabes. Tú, Grimes...– Entendí a dónde quería llegar cuando puso sus manos juntas simulando un "beso", si así se podía llamar.

—No, no acabas de... ¡Idiota!– Dí un pequeño golpe en su brazo cuando siguió con los mismos gestos mientras reía.— No. Somos amigos, compañeros.– Me encogí de hombros y el hombre arqueó una ceja.— Oh, vamos. ¿Es enserio?

—Ayer, cuando te tomó de la mano en el bosque, hasta Eugene y Rosita me hablaron al respecto.– Dijo Abe, y me quedé indignada ante su suposición.

—No pasa nada entre él y yo. Me tomó de la mano porque estaba temblando ya que literalmente mataron a cuatro perros en frente de mí.– Reí sarcásticamente, mirándolo s los ojos.— Carl Grimes y Astrid Greene tienen una relación amistosa normal que no debería confundirse con otra cosa.

—Como digas – Se encogió de hombros cerrando los ojos.— Volvamos al granero.– Me dijo y volvió a rodear mis hombros con su brazo mientras reía.

Llegamos hacia el lugar donde nos estábamos quedando, abrimos la puerta y nos encontramos con el hijo de Rick apuntandonos a ambos.

— ¡Oye! Relájate vaquero.– Habló Abraham, riendo dando una palmada en mi espalda, para después acercarse a los demás.

—¿Quién es?– Pregunté señalando a un hombre que se encontraba atado a una madera.

𝗪𝗼𝗻𝗱𝗲𝗿𝘄𝗮𝗹𝗹 ;; 𝘊𝘢𝘳𝘭 𝘎𝘳𝘪𝘮𝘦𝘴.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora