𝗪𝗼𝗻𝗱𝗲𝗿𝘄𝗮𝗹𝗹 ;; 𝘊𝘢𝘳𝘭 𝘎𝘳𝘪𝘮𝘦𝘴.

³⁵; ᴛʜᴇ ᴋɪɴɢᴅᴏᴍ.

Íbamos en auto, a aquel lugar del que Jesús nos había hablado.

—¿Se llama el "Reino"?– Pregunté con confusión.

—Sí.– Contestó el ojiazul de cabello largo.

—¿Qué carajos estamos esperando?– Preguntó Daryl desde la ventana del auto.

—A ellos.– Respondió Jesús señalando a dos hombres que venían a lo lejos montando caballos.

—¿Quién osa pisar las tierras soberanas del...?

Solté una carcajada al oír la ridícula forma de hablar de ésta gente.

—Me siento en Juego de Tronos.– Bromeé en un tono bajo.

—Si estuviésemos en Juego de Tronos, seríamos como Daenerys Targaryen y Jon Snow.– Me dijo Carl entrelazando nuestras manos.

—Jon Snow mata a Daenerys, amor.– Murmuré en voz baja mientras aguantaba la risa.

—Oh.

—¿Quién es esta gente, Paul?– Preguntó uno de los hombres a caballo.

—Él es Rick Grimes.– Dijo Jesús presentando al ojiazul.— Lidera una comunidad afín. Vino con algunos de los suyos.

—Deseamos solicitar una audiencia con el rey Ezekiel.– Pidió Rick.

—Bajen del auto.– Ordenó el hombre del Reino.— Dices que son una comunidad afín, ¿en qué sentido?

—Vivimos, comerciamos, luchamos con los muertos.– Respondió Paul.

(. . .)

Entramos al Reino, había demasiada gente. Definitivamente tenían el número.

—¿Saben luchar?– Preguntó Rosita.

—Saben luchar.– Afirmó Jesús.

—¿Morgan?– Las palabras de Tara nos hicieron voltear a todos nosotros. Morgan estaba parado justo allí.

—¿Cómo se conocen?– Preguntó aquel hombre que, según lo que dijo Jesús, se llamaba Richard.

—Viejos amigos.– Contestó Rick. Morgan nos saludó a todos, y luego Richard nos indicó que pasáramos por una puerta azul.

Pasamos por un largo pasillo, hasta que llegamos a un lugar amplio y con muchas sillas.

—¡Jesús!– Saludó un hombre con rastas.— Que placer veros, viejo amigo. Dime, ¿qué tienes para decir?

—¡Diablos! ¿Es eso un tigre?– Hablé sorprendida. El rey me miró algo mal por interrumpirlo, así que sonreí inocentemente.

—¿Traes nuevos aliados?– Volvió a preguntar Ezekiel.

—Muy cierto, Majestad.– Contestó Jesús después de señalarnos.— Él es... Claro. Olvidé mencionarlo.

—Sí, un tigre.– Murmuró Sasha aún viendo aquel animal.

—Bueno, él es Rick Grimes. Líder de Alexandria.– Dijo Paul presentando al ojiazul ese cabello rizado.— Ellos son parte de su comunidad.

—Seáis todos bienvenidos al Reino, buenos viajeros.– Intenté no reír ante la forma de hablar del Rey. Me hacía acordar a aquellos frikis que solían jugar juegos de rol en mi escuela.— ¿Qué os trae vuestras bellas tierras? ¿Por qué solicitaron una audiencia con el Rey?