17 Otra Vez? ♡SEVERUS Y Tu♡

Ojos Negros

(Sin reviciòn)

En la profundidad de la noche una joven de cabello largo y negro se encontraba sentada leyendo un libro de cuentos muggles que una amiga le habia regalado en sus vacaciones.

Absorta en la lectura no percataba nada a su alrededor; leer era escapar un rato del mundo terrenal y màs ese día que habia tenido una discuciòn con su profesor de pociònes, ya que al ser algo torpe siempre tendia a ocasionar insidentes en esa clase.

Pero ese dìa las Palabras de su profesor la hirieron muy fuerte, siempre hacia caso omiso de lo que le dijera porque sabia como era su torpesa, pero da la casualidad que los días 17 de Noviembre recordaba con dolor la muerte de su hermano mayor con quien compartia innumerables recuerdos y al estar cumpliendo 2 años de muerto le removia todo,estaba sensible.
Tanto que al escuchar las palabras de su profesor la hicieron llorar ."Su incompetencia harà que nos mate a todos un día, un favor me haria si no regresara màs a mi clase, jamàs aprendera a elaborar bien una pocion, pierdo mi tiempo en enseñar a personas con tan poca habilidad para el manejo de una simple pocion que la venimos viendo desde el año pasado, 10 puntos menos Ravenclaw".

Y eso que en su quinto año en Hogwarts jamàs habia tenido una pisca de habilidad en pociones, aunque estando sola y sin miedo a que la regañaran lo hacia muy bien.

Detuvo su lectura un momento, posó sus ojos al cielo y suspiro.

-Còmo desearia que El profesor estuviera en nuestros zapatos y vea lo que siente escuchar sus insultos y regaños.

Cerro los ojos y se quedo escuchando el susurro del viento.

De pronto un pequeño crujido de una rama la interrumpio.

-Què hace a estas horas de la noche fuera del colegio?- se escucho una voz varonil pero no tan adulta.

Lo cual la chica volteo a ver de donde provenia la voz.
Al ver no hizo caso y volvio a su postura de nuevo.

- ¿Què no escucho? no son horas para que un alumno esté fuera del castillo.

Una pequeña risa se escuchò de la pelinegra.

-Lo mismo digo yo- y volteo a ver al chico de pies a cabeza.

-¡¡Disculpe!! ¿Cómo osa hablarme de esa manera?.

-Ni que fueras un profesor- y echo a reir fuerte.

- Yo soy un ...- pero en eso se dio cuenta de algo y se quedo callado como recordando algo.

-¿Tu eres?- inquirio con una ceja alzada la muchacha.

-Soy.. sobrino de uno de los profesores.

-¡Ah! Ya decia que tu cara no la habia visto antes. ¿De quien eres sobrino?.

- De ... de- dudo un poco - De la profesora Mcgonagall.

-mm No sabia que tenia sobrinos. Y que ¿te mando a supervisar?- dijo burlona

-No... y que haces aqui, no es seguro.

-  A ti que te importa, sigue tu camino.

El chico se vio enfadado.

- Será mejor que entres o llamare a un profesor.

- ¡Què! ¿eres un Quejicus? Jajajaja-

-No me llame asi.

-Pues entonces vete, tengo mis propios problemas y deja de hablar asi, pareces un viejo.

El joven fruncio los labios asqueado de la muchacha.

-Pero de todos modos ya me voy, ya me arruinaste mi espacio.
La muchacha se levanto y camino un poco frente al joven; alto, Delgado con traje negro. Al verle el rostro, un rayo de luz de luna paso en sus ojos y eran negros como la noche, se le hicieron conocidos y los miro por un rato poniendo nervioso al joven.

-¿Què pasa?- pregunto desviando la vista.

-Tus ojos se me hacen conocidos.

Un pequeño silencio goberno el lugar.

-Bien como sea me voy, ya arruinaste mi lectura.

El joven quedo solo y hablando.

-Aparte de torpe es malcriada, y grosera si supiera quien soy se moriria del miedo como lo hacen todos.