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"no seré yo."

Nathan;;

Había pasado toda la noche llorando preguntándome que había hecho mal ¿porque Cael no me quería tanto como yo a el? Me abrace a mi mismo queriendo gritarle muchas cosas.

Agarre mi cuaderno y escribí solo unas líneas.

"quien te guiará a través de la oscuridad de la mañana?, ¿Quién estará contigo cuando el sol no te deje dormir? ¿Quién se levantara para llevarte a casa cuando estés ebrio y solo?, no seré yo.."

No era yo, estaba más que claro.

Cuando por fin me calme volví a observar el dibujo que estaba terminando el día que decidí hablarle entonces volví a mirar la fecha.

13 de octubre.

-Así que... ¿Tú eres Joe?.. Su querido Joe..-comencé a hablar con el dibujo, era como si me respondiera.

Me reí y luego cerré los ojos, tenía que enfrentar a Cael, debía hacerle saber que ya lo sabía todo pero lastimosamente al otro día no pude levantarme de la cama.

De nuevo estaba llorando, aquella noche llore tanto al punto de no poder respirar y mis padres nisiquiera estaban en casa.

La idea de morir volvió a mi cabeza y esta vez no cambie de opinión.

Tome el diario de Cael y lo lleve conmigo a lo más alto del aquel lugar, un edificio de casi 15 pisos donde había estado con Cael varias veces mirando el cielo hasta muy tarde.

Era doloso venir esta vez sin el.

Cuando estuve en el último piso mire hacia abajo comenzando a sentirme mareado por la altura en la que estaba.

"Estoy fuera."

Entonces caí y ya no hubo más.

[°°°°°°]

Cael;;

La madrugada de ese mismo día.

El teléfono sono con más fuerza de lo habitual, Mi hermana Orlene aún estaba despierta por lo que fue la primera en ir a atender el teléfono.

Al contestar frunció el seño, solo escuche unas cuantas palabras.

"¿Qué sucede?" "no... No puede ser..." "Ahora se lo paso"

Después de eso Orlene me miró preocupada, casi con los ojos llorosos luego me paso el teléfono.

-La mamá de Nathan...-me dijo y espero mi reacción.

Maldita la hora en que le deje de hablar.

Cerre los ojos tratando de procesar lo que había escuchado antes de tirar el teléfono y mire a Orlene, el aire comenzó a faltarme y no tarde en comenzar a llorar.

"Cael, tienes que venir, Nathan se tiro del 15 piso".

-T-Tengo que ir..-le dije a mi hermana y me apresure a salir de la casa, era una noche fría, se sentía la ausencia y soledad que provocaba la noticia, corrí lo más rápido que pude y cuando llegue la sirena de la policía me hizo parar en seco.

Una cinta amarilla ya estaba rodeando el área, pero aún no cubrían el cuerpo, escuche a el papá de Nathan gritar con fuerza.

Ahí caí en cuenta de lo que había pasado pues veía todo como en cámara lenta, cuando volví en sí mis oídos se destaparon.

La Gente comenzó a llegar rodeando todo.

-¡D-Déjenme pasar!-grite tratando de ver hasta enfrente pues aun tenia esperanza de que no fuera el. Deseaba que fuera una pesadilla.

Todo cambió cuando pude llegar hasta enfrente y mire la escena, el estaba aún con los ojos abiertos con la mirada hacia arriba y tenía algo entre sus manos.

Quise morir cuando vi lo que era.

Mi diario.

















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Por las cosas que nunca me atrevi a hablar, por ti y para ti Mi querida Karla.

Hasta que Pare de Nevar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora