CAPÍTULO X

6.8K 505 269
                                        

SCARLETT

Respiré con lentitud mirando el piso con las manos en la barbilla. Sentía que contaba las veces que sentía el aire salir de mi nariz. No podía levantar la cabeza. Pero contaba a la vez las respiraciones de Paula que estaba frente a mi. No sabía cuanto tiempo habíamos estado en silencio pero era mucho. No sabía que decirle. No sabía como tomar nada de lo que había pasado esta noche, hasta el momento en que, por primera vez, fue ella quien me besó a mi.

Cerré los ojos calculando, aunque de manera inútil, la intensidad de lo que estaba sucediendo. De aquello que nos estaba pasando. Sobre todo, porque yo nunca pensé en hablar sobre "algo" en plural. Era ella. Y era yo. No era "nosotras". Hasta ahora.

-¿Que va a pasar ahora?- fue lo primero que pude preguntar. No la miré porque no podía moverme. Me sentía una estatua. Sólo me concentraba en, ya inconscientemente, contar las veces que ella respiraba, porque sentía que ya no lo hacía yo.

-No lo sé.

-Tú te vas a casar- silencio.

-Ya no- por primera vez en la noche la miré. Su inseguridad era evidente. Sin embargo estaba segura que no era insegura por mi, estaba insegura por como haría con las cosas que se interponían entre ambas.

-Paula

-No quiero lastimarlo. Pero no puedo más. Siempre que lo veo, que lo beso, que me despierto, que me llama, siempre espero encontrar a alguien más. Y es a ti- su sinceridad me golpeaba demasiado fuerte. De frente.

-¿Estas segura?

-Casi muero- suspiré y me levanté para buscar el botiquín y curar su herida en la frente que aún seguía con sangre, ya seca. Cuando regresé me senté a su lado y suspiré.

-Paula, no quiero que la presión te haga...

-Quiero besarte de nuevo- sonrió y golpee su brazo- No lo hago por presión, no me siento presionada, carajo. Lo hago porque si sólo pienso en ti cuando veo mi vida pasar frente a mis ojos, entonces algo me esta pasando- suspiró y limpié la sangre de su frente. Asentí sin decir nada.

-¿Y tu compromiso?

-No quería que se diera en la misma noche en la que tu me confesaste...- la interrumpí.

-lo sé. Fue una amarga y cruel coincidencia- sonreí y poco y detalle su herida- Hay que llevarte a un hospital- negó.

-No sé que pasará con Marco, pero... se terminará. No puedo seguir así- hice silencio. Era mas difícil para ella que para mi. Y la situación ya era demasiado complicada y difícil. No quería imaginarme su situación. Con alguien más. Con un plan a futuro y largo plazo con otra persona.

-¿Estas segura?- repetí porque necesitaba que ella lo estuviera, porque yo no lo estaba. Era demasiado tiempo. Eran demasiados planes. No me veía arruinándolo. No quería dañarlo y que ella se sintiera confundida. Que no fuese nada. Paula me tomó del rostro y sin decir nada, me besó de nuevo.

No me acostumbraba a ello. A que ella fuese la de la iniciativa y menos que su forma de hacerme sentir segura fuese aquella, que además, funcionaba. Llevó sus manos a mi rostro de manera suave y firme que me estaba desarmando por completo. Me parecía irreal. Y me sobrepasaba. Se alejó un poco de mi y no abrí los ojos. Soltó una risa.

-¿Estas bien?- negué con la cabeza- Estará todo bien.

-Todo será una mierda- dejé caer mi cabeza en sus piernas y la escuché bufar.

-Si, todo será una mierda- me reí ante su sinceridad total. Levanté la cabeza entendiendo como nos entendíamos en nuestra convivencia diaria. En lo que se había basado nuestra amistad y lo que se estaba haciendo esta locura total.

SOÑARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora