SOÑARTE

CAPÍTULO XXIV

PAULA

-Hola, perdón por llegar tarde. Ian casi hace que nos perdamos- mi madre movió sus manos en el aire, un poco ansiosa y nerviosa, tal vez por la cantidad de personas que había en el lugar y que no estaba acostumbrada a encontrar. Aunque mi familia era un poco numerosa, también, eran más que todo primos pequeños.

-No te preocupes- Verónica la tranquilizó- Todos están en el jardín.

-No es cierto que fue por mi culpa, ella tardó horas en arreglase- mi hermano habló por lo bajo mientras llegábamos al jardín y veíamos a mi madre saludar a todos- no le digas nada- ambas reímos y Verónica pasó su brazo por mis hombros.

-¿Cómo estás? ¿Qué tal tu herida?

-Bien, ya sólo una pequeña molestia como el recuerdo de lo que quedó- asintió- ¿Y Scar?- sonrió y miró detrás de mi. Ahí venía mi novia charlando con Kamille y un par de botellas de vino en sus manos.

-Buenas noches- sonrió.

-Hola, mi amor- me besó por unos segundos- ¿No se supone que tu no debes hacer nada?

-Son botellas de vino, Paula, por favor- Kamille rió negando con la cabeza- nada comparado a poner en riesgo vidas luchando con un delincuente y portando armas ¿verdad?- se fue después de mirarme mal y reímos.

-¿Ella nunca me va a perdonar?- Verónica negó con la cabeza y tocó mi hombro yéndose también con las botellas de vino que tenía Scarlett en las manos. Se giró hacia mi, tomándome por la cintura con una sonrisa. Solté un suspiro.

-Estas preciosa- sonrió.

-Sigo bastante pálida- respondí moví un poco mi cabeza.

-Eso no te quita nada.

-¿Color?- me reí y besó mi frente- Estoy feliz de irme contigo a México.

-Iría contigo a cualquiera lado.

-¿Después de que te ruegue?- se encogió de hombros.

-Nunca está de más que me haga la difícil- negué con la cabeza- Vamos- entrelazamos nuestras manos y saludé con ella a todos en la mesa.

-Que bonita pareja, de casi muertas- Susana nos miró.

-Mi amor- Su novio la miró mal.

-¿Qué? El humor de ellas dos es muchísimo peor- se encogió de hombros y Scarlett y yo nos miramos negando con inocencia.

-Es cierto, esta parejita tiene sus desventajas- Verónica pasó repartiendo algunos pasabocas. Saludé a los padres de Verónica y luego a Jérémie que charlaba con Héctor como si se tratara de dos señores con bastante experiencia en la vida hablando de sus tropiezos. La imagen me pareció bastante tierna. Cuando nos sentamos, Kamille se levantó antes de empezar a cenar.

-Bueno, antes que nada, queríamos darles las gracias por estar aquí.

-¿Estas embarazada?- La interrumpí y todos miraron a Kamille.

-No, no estoy embarazada- me miró mal.

-¿Y esa barriguita?- Kamille me lanzó un pedazo de pan.

-¡Dejame hablar!- Verónica le tomó el brazo calmándola un poco- Les decía, que estamos felices de que estén aquí. Es un placer tener a la familia de Paula aquí y también a ella y Scarlett fuera de peligro, juntas, felices. Tan bromistas- habló entre dientes y reímos- Siempre soñé que Jérémie tuviese esto, porque sé lo bien que le hace crecer rodeado de personas así. Gracias y disfrutemos de la noche, y de la vida. Salud- todos brindamos con una sonrisa y Scarlett recostó su cuerpo al mío. Besé su frente.