SCARLETT
***
La primera vez que la besé fue como descubrir un nuevo sabor de la vida a través de un pensamiento rápido. Fue un impulso. Fue un empuje demasiado fuerte. Su boca estaba ahí, tan cerca y yo estaba alterada. Con mil cosas en la cabeza. Y con sus ojos distrayendo totalmente a mi cordura.
La primera vez que la besé fue distinto. Me dejé llevar y tomé decisiones. Decisiones que me llevaron a tener su boca en la mía. A besar a mi amiga. Un impulso tonto que terminó por ser real, fuerte, inevitable.
Un impulso que cuando cerré la puerta del departamento me hizo saber que aunque había sido un beso maravilloso, probablemente me haya equivocado de forma irremediable.
***
Di una vuelta en la silla suspirando. Los días habían pasado con bastante lentitud y un poco más de preocupación desde que admití y reconocí que Paula em atraía. Había evitado el contacto lo más que podía pero había sido casi imposible. Mi mejor amiga era esposa de la suya y nos encontrábamos en ocasiones en su casa, ahora con más razón habiendo organizado la boda de Beatriz y Héctor entre todas. Tocaron la puerta y di el permiso para ver a Eric aparecer con una sonrisa.
-Hola, Scar- me levanté para recibirlo con un abrazo- ¿Cómo estás?
-Muy bien, muy bien- me senté de nuevo- ¿Qué haces aquí? ¿Pasó algo con los documentos?
-No, solo pasaba a saludar. Tenía una reunión con Kamille y aproveché- sonrió.
-El puesto de jefe te tiene en las nubes- rió.
-¿Cuando vamos a salir a bailar?- movió sus hombros de forma graciosa.
-Pronto, seguramente- me reí- ¿Damien está de acuerdo en que le muestres tus pasos sexys a los hombres?
-Claro, ya se los hago en privado a él con menos ropa- se encogió de hombros y reí.
-¿Se siente bien la libertad, no es así?- suspiró asintiendo.
-Es lo mejor, Scar. Ser y estar con quien amas, sin condiciones, es lo mejor.
-Me alegra por ambos- sonreí y sentí mi teléfono sonar en la mesa. Era Arthur. Lo tomé- discúlpame- asintió y descolgué la llamada- Hola Arthur.
-Hola Scarlett, ¿Cómo estás?
-Bien, todo bien.
-Me alegra mucho. No quiero robarte mucho tiempo, sólo quería invitarte a tomar algo, ¿el viernes en la noche puedes?- moví mi mano en el escritorio.
-El viernes en la noche iré a una boda, lo siento- cerré los ojos- los padres de Verónica se casarán y no puedo faltar.
-Ah, esa es la boda que mencionó Garrido.
-Si- suspiré.
-Entiendo, no te preocupes, será en otra ocación- hice silencio por unos segundos.
-Pero bueno, yo no tengo acompañante, si deseas ir conmigo- Eric levantó la vista del teléfono y levantó una ceja, junto con su pulgar. Lo miré mal.
-¿En serio?
-Si, claro.
-Entonces te pasaré a buscar a la hora que me digas.
-Te avisaré, gracias.
-Ten un lindo día- colgó la llamada y deje el celular en la mesa.
-¿Tienes un noviecito nuevo y no me habías dicho?- se acomodó en la silla.

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SOÑARTE
RomanceTal vez cuestión de química o conexión. La sensación de comodidad que abraza al alma y la condena a la unidad. A la rareza. A la libertad. La rudeza y la elegancia. La fuerza y la suavidad. Una verdad escondida entre sueños y estrellas disfrazadas...