SCARLETT
-Buenas noches- asomé mi cabeza en la habitación y Paula me recibió con una sonrisa.
-Hola Scarlett, hace tanto tiempo no te veía- su tono irónico me hizo reír y entré a la habitación. Había ido a buscar algunas de mis cosas a la casa y cambiarme de ropa antes de venir a cuidarla. Me había tardado más de lo que esperaba, pero tenía entendido que los padres de Verónica la cuidaron por bastante tiempo, y eso me tranquilizaba.
-¿Cierto? Mucho tiempo- dejé el bolso a un lado y ella hizo una mueca- ¿Cómo te sientes?
-Bien, mucho mejor.
-Mi presencia te ayuda mucho, lo sé- hice una mueca y ella soltó una risa, asintiendo no muy convencida- Espero hayas comido- hizo una mueca y giré los ojos- Paula, eres tan insoportable.
-También tú, esa comida es horrible.
-Sólo será por poco tiempo, no seas cobarde.
-Perseguí un delin...
-Ya, ya hablaste conmigo de tu acto heróico que casi te mata- hizo una mueca y el celular sonó en mi mano. En la pantalla una solicitud de videollamada de Verónica apareció en la pantalla. Descolgué y me encontré con el rostro de la española sonriente del otro lado.
-¡Hola!- saludó con la mano.
-Hola, Verónica- sonreí y ubiqué el celular frente a Paula.
-¿Que tal le va a la señorita recién casada?- Verónica rió.
-Definitivamente mejor que a la recién accidentada- levantó las cejas y solté una risa. Paula me miró mal.
-¿De qué lado estás?- me miró ofendida.
-Del que tenga los mejores chistes, evidentemente.
-Mi amor, ¿ya?- La voz de Kamille se escuchó.
-Si- Segundos después apareció su rostro sonriente con Jeremie en la espalda.
-¡Tía Paula!- saludó el pequeño con la mano y la misma sonrisa de su madre- ¡Te extraño mucho! Quiero verte pronto y que te sanes para jugar a las luchas.
-Cuando regreses estaré perfecta.
-¡Oye, ingrato! ¿A mi no me extrañas?- me quejé fingiendo molestia y rió.
-Si tía, Scar. Pero tu no estas accidentada- lo vi sentarse en las piernas de Verónica.
-¿Debo accidentarme para que me extrañes?
-No seas celosa- Paula rió.
-¡Cállate, invalida!- golpeó mi brazo.
-Las quiero a las dos- finalizó Jeremie lanzándonos un beso.
-Al parecer la convivencia está siendo bastante... sana- Kamille apoyó su brazo en el hombro de Verónica.
-¿Tiene Veromille algún consejo que excluya la discusiones, diferencias y enfrentamientos para tener relaciones sanas?- Paula sonrió
-Si, sobretodo ustedes que siempre mantuvieron la fiesta en paz- rieron.
-¿cómo te sientes?
-Bien, los golpes me duelen un poco menos. Además, debo estar bien pronto para estar en la fiesta de tus padres el cien por ciento- rió asintiendo.
-¿No es algo lindo que quieran casarse otra vez?
-Si, pero no puedo mantener regalando cosas si entre tú y tus padres se les ocurre hacer bodas cada mes- Me reí.

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SOÑARTE
RomansaTal vez cuestión de química o conexión. La sensación de comodidad que abraza al alma y la condena a la unidad. A la rareza. A la libertad. La rudeza y la elegancia. La fuerza y la suavidad. Una verdad escondida entre sueños y estrellas disfrazadas...