Observo la limitada vista que se deja ver por la ventana estando acostado en la cama, desde hace dos días que recibí las noticias por parte de Amanda, no puedo dejar de pensar en que mi bebé esta en peligro de cierta manera. Se perfectamente que no tengo muchas opciones y se perfectamente que debo seguir trabajando lo que mas pueda para poder ahorrar algo de dinero, pero las cosas se hacen difíciles. Aparte de los malestares por mi condición, debo estar atento a mi tratamiento, que nadie se entere de mi secreto y siempre estar alerta. No es como quiero vivir, me gustaría poder tener la comodidad de vivir esta transición con tranquilidad y sobre todo con los cuidados necesario, pero la vida no es como la queremos y nos obliga a vivirla aun cuando vamos cuesta abajo. Cuando supe que estaba en esperando, me sentí temeroso, luego pensé en detenerlo, pero mi deseo de tener a alguien de mi sangre, alguien a quien llamar familia. No me dejo pensar bien las cosas, no pensé en todo lo que vendría después de decir que quería tenerlo. No me arrepiento, pero no puedo dejar de sentirme mal por que temo el no poder darle lo que se merece, temo no tener como brindarle una buena vida a esta pequeña criatura que crece en mi interior.
Salgo de la cama con la intención de seguir con mi trabajo, aun falta limpiar la segunda planta de la casa grande y gracias a la ayuda de Emma y Billy, me resta algo de tiempo que puedo utilizar en mis otras funciones fuera de la cocina. Salgo de la habitación para buscar lo necesario para ir y asear la casa, pero me detengo al encontrarme en la cocina con una persona que no debería estar en este lugar. Ben me mira y sonríe haciendo que frunza el ceño con molestia por su actitud coqueta. Paso mi mirada por el hombre antes de acercarme al pequeño cuarto donde se guardan los implementos de aseo. Tomo lo necesario y me dispongo a retirarme.
— ¿Qué? — doy un paso atrás al girar y encontrarme al hombre de piel canela muy cerca de mí— ¿Qué crees que haces? Aléjate— hablo usando una de mis manos para empujar al hombre.
— Billy me dijo que te has sentido mal— dice sin moverse ni un poco— también el otro día te vi ir al hospital ¿Te encuentras bien pastelito? — mi entrecejo se frunce mas profundamente al escuchar la manera tan confiada y cariñosa en la que me habla.
— No me toque— aparto su mano cuando intenta acariciar mi mejilla— creo que debería mantener su distancia — digo esquivándolo para salir del pequeño cuarto.
— Espera— soy tomado por uno de mis brazos por el moreno quien sonríe.
— Suéltame— pido tratando de soltarme— ¿Qué pasa contigo? Déjame en paz— muevo mi brazo con fuerza librándome de su agarre.
— No te enojes, solo quiero hablar contigo— dice acercándose más.
— ¿Me has preguntado si yo quiero hablar contigo? — pregunto logrando salir del pequeño cuarto.
— Quiero saber como estas— dice siguiéndome— la ultima vez te invite a la feria y no aceptaste mi invitación— habla y frunce sus labios de manera ridícula.
— No creo que a Billy le hubiese gustado mucho la idea— levanto una de mis cejas.
— Billy es solo un amigo, a ti te quiero como algo más— antes de darme cuenta soy abrazado por la cintura.
— Aléjate de mí— lo abofeteo con fuerza cuando intenta besarme.
— Tu...—
— ¡¿Quién mierda te crees que eres?!— pregunto molesto alejándome de Ben.
— Estoy siendo amable contigo ¿Por qué me golpeas? — retrocedo un paso al ver su expresión molesta.
— No se como sean las cosas aquí, pero cuando digo que no me interesas es por que no me interesa— aclaro con severidad.

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My Little Hope
RomanceDaniel Brasser un chico huérfano quien después de una salida con sus dos amigos, despierta en una habitación con otras personas completamente desnudo. Daniel pensó cualquier cosa, menos que solo dos semanas después su vida daría un giro de 180 grado...