El viaje desde el hospital fue realmente incomodo y algo doloroso, aun cuándo Jonás intento sortear los baches de la carretera destapada, era imposible que el auto no se moviera causando que la herida en lo abdomen doliera un poco. Al llegar al rancho, no pude quedarme en la sala de estar como tenía planeado, la señora Elena me obligo a venir inmediatamente a la habitacion que Jonás preparado para mi en la primera panta de la casa, con la excusa que no podía recibir el sereno de la noche.
Observo la habitacion en la que me encuentro, antes había limpiado aquí y puedo decir sin equivocarme que cada uno de los muebles que ahora se encuentran en este lugar son nuevos, la cama, las dos mesas de noches, el gran sillón reclinable, la lampara, absolutamente todo es completamente nuevo. Incluso la hermosa cuna de madera blanca a un lado de la enorme cama en la que me encuentro sentado. Miro a mi pequeño hijo dormido en la hermosa cuna comprado por... su tío. Por mas que intentado no pensar en lo sucedido con Jake, es algo inevitable y mas teniendo a un pequeño retoño de sus acciones a mi lado. No culpo a mi hijo o algo por el estilo, Dylan es lo mejor que me ha pasado en la vida después de haber podido huir de aquel lugar que algún día llame hogar, pero no puedo evitar pensar en que aquel que siempre pensé tener a mi lado como un buen amigo, fue aquella persona que tomo mi cuerpo sin contemplación, sin permiso y con cobardía dejándome en aquel lugar.
— ¿Puedo pasar? — levanto la cabeza viendo a la persona en mis pensamientos asomar la cabeza.
— Es tu casa— respondo moviéndome para estar un poco más cómodo.
— ¿podemos hablar? — pregunta viéndome con vergüenza.
— ¿Estás seguro de poder responder a mis preguntas? — cuestiono viéndolo con seriedad.
— No estoy seguro ni siquiera del tipo de persona que soy— responde.
— Una buena, ya esta claro que no eres— ataco con fuerza.
— Siempre has sabido golpear donde más duele— dic sentándose en el sillón.
Había pensando en muchas de las cosas que le diría en el momento que tuviese que enfrentarlo, pero teniéndolo frente a mí, no puedo pensar en nada de lo que había planeado. Creo que lo mejor será que me deje guiar por mis sentimientos actuales, no siempre pedo ser alguien racional y pensarlo de manera fría.
— ¿Por qué lo hiciste? — pregunto viendo a mi hijo.
— No lo sé— responde haciendo que lo mire— yo nunca sentí atracción por ti de esa manera— dice mirando al suelo.
— ¿Cómo es posible que alguien se aprovecha de alguien por quien no siente ningún tipo de atracción? — pregunto empezando a sentirme molesto.
— Yo...—
— ¿Cómo es que puedes incluso abandonar a tu amigo en un lugar lleno de desconocidos? — pregunto ahora si molesto — ¿Pensaste si quiera que alguien mas pudo haber echo conmigo lo mismo que tu hiciste? — espeto la pregunta con fuerza.
— Dani...—
— Quiero que me respondas las preguntas— exijo.
— Dan...—
— ¡Que respondas las malditas preguntas! — sin pensarlo gripo y me pongo de pie— ahg— suelto un quejido al sentir un fuerte y doloroso tirón en mi vientre bajo.
Me sostengo con fuerza de la cuna blanca tratando de soportar el dolor, abro la boca, pero me obligo a cerrarla para no dejar escapar un quejido. Jake se pone de pie rápidamente y se acerca, pero levanto una de mis manos en señal de alto para que no se hacer que a mí. Estoy por volver a la cama cuando la puerta se abre abruptamente dándole paso a un ventarrón llamado Jonás quien rápidamente me ayuda a sentar y se arrodilla frente a mi
— ¿Qué paso? ¿Te sientes bien? — pregunta viéndome.
— Yo...—
— ¡¿Qué mierda pasa contigo?! ¡Te lo advertí, Daniel no puede alterarse! — sostengo el brazo de Jonás cuando intenta levantarse.
— Estoy bien— susurro— me deje llevar por mis sentimientos— trato de que no se pelee con su hermano.
— ¿Por qué lo defiendes? Abuso de ti, debería denunciarlo— la mirada de Jonás me hace encoger.
— ¿Eso me regresara lo que perdí? — pregunto— no se si seré capaz de perdonar a tu hermano, pero gracias a lo que él hizo, ahora tengo un hijo hermoso y te conocí a ti— apaciguo su rabia.
— Dani...—
— Jonás, por favor— lo detengo— quiero descansar, después podremos hablarlo— pido.
— Sal de aquí— ordena viendo a su hermano.
— ¿Estas bien? — pregunta Jake viéndome.
— Debes responder mis preguntas— exijo— te prohíbo que te muevas de este lugar — hablo al verlo caminar hacia la puerta.
— Ire a...—
— Quédate conmigo— tomo la mano de Jonás— no quiero estar solo— sonrió viendo su cara.
Con algo de dificultad, me muevo dejándole algo de espacio al vaquero quien, con movimientos algo mecánicos, se quita el sombrero y se recuesta dejando sus pies por fuera de la cama. No se si es por las emociones revueltas o los sentimientos que hace mucho tiempo despertaron por el rubio alto, que me hace moverme sin pensar y recostarme sobre su pecho cerrando los ojos y aferrándome con fuerza a su camiseta de cuadros verdes y blancos un poco sudada. Me dejo ir relajando mi cuerpo, en el momento que uno de los brazos de Jonás me aferra acercándome a su cuerpo.
— Todo estará bien— dice acunándome con su voz.
— ¿Qué dirá la gent...—
— Me importa una mierda la gente, tú eres mucho más importante que cualquiera— dice cerrando más su abrazo.
— Yo... no he dicho nada después de tu confesión— recuerdo— me gustas, mucho— me parto para poder ver su rostro— pero mi hijo es tu sobrino, no es fácil— siento mis ojos llenos de lágrimas.
— Hey— mi mentón es tomado— las cosas son difíciles, solo y solo si tu mismo lo haces difícil— sonríe— estoy mas que dispuesto a luchar por esto— cierro los ojos cuando deja un beso sobre mi frente.
— ¿Crees que pueda funcionar? — pregunto.
— Lo hare funcionar, soy muy testarudo cuando deseo algo— habla con orgullo.
— Intentémoslo— pido dejándolo sin palabras.
— Con gusto... cariño—
Espero sus comentarios...
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My Little Hope
RomantizmDaniel Brasser un chico huérfano quien después de una salida con sus dos amigos, despierta en una habitación con otras personas completamente desnudo. Daniel pensó cualquier cosa, menos que solo dos semanas después su vida daría un giro de 180 grado...