Termino de escribir la lista de lo que se necesita para el fin de año, pero dudo en si debería llevarla yo mismo o enviarla con Steve. Desde vísperas de navidad, Jonás ha estado bastante raro, cada vez que necesito hablarle de algo, me deja con la palabra en la boca y siempre se aleja, también me he dado cuenta que en ocasiones me mira de una manera extraña y siempre mantiene la distancia. Hace uno días necesitaba ayuda con algunas cosas pesadas aquí, le pedí ayuda y él quien antes me diría algo sobre ser un chico débil, esa vez solo me dio la espalda y envió a uno de los trabajadores que están en la temporada alimentando a los animales para que me ayudara.
No se que sea lo que sucede, pero es realmente incómodo. Estoy seguro que no he hecho nada que pueda haberlo molestado, desde navidad todo ha estado relativamente tranquilo, realizo mis labores de manera diligente como siempre y he tratado de mejorar algunos platos. Me siento realmente triste por todo esto, antes incluso llegue a pensar que podría haber una pequeña posibilidad de permanecer aquí por mas tiempo o incluso de que nuestra relación pasara a ser un poco más cercana, pero últimamente me doy cuenta que mi presencia no es grata para él.
— Solo faltan dos semanas para cumplir otro mes aquí, creo que debería hablar para que busquen mi reemplazo con tiempo— asiento.
Me pongo de pie y salgo de la cabaña del comedor para ir hacia la casa grande, camino hasta estar frente a la casa, antes de que suba el primer escalón, la puerta se abre y Jonás sale por ella deteniéndose al verme, su ceño se frunce y continua su camino. Lo veo pasar a mi lado sin siquiera dirigirme una mirada. Mi pecho se siente oprimido y por alguna razón me siento molesto y deprimido al vivir esta situación. Giro viéndolo ir hacia su camioneta.
— Señor Everett— lo detengo.
— Si es sobre el listado, puedes entregárselo a Steve, voy de salida— dice abriendo su auto.
— Señor Everett— vuelvo a llamar al ver que habla sin verme.
— ¿Qué sucede? — pregunta girando su rostro sin soltar la puerta de su auto.
— Eh...—
— Hablemos cuando regres...—
— En dos semanas cumpliré el séptimo mes aquí— detengo sus acciones cuando intenta subir a su camioneta— solo quería decirle que hasta ese día trabajare para usted, quería hacerle saber con tiempo para que pueda buscar mi reemplazo sin afán— mantengo mi mirada alejada de la suya sintiendo que en cualquier momento podre llorar— sobre la lista la dejare sobre su escritorio, que tenga buen día— digo antes de dar media vuelta y entrar en la casa.
Sabiendo que por alguna razón ahora no soy bien recibido en este lugar, prefiero pasar la noche de fin de año encerrado en mi habitación, debo organizar todo para poder marcharme tan pronto se cumpla la fecha. Dejo las cosas que he comprando para mi bebe sobre la cama, con cuidado las doblo y las dejo en la maleta que compre en mi ultima ida al pueblo. Me siento estúpido por no poder controlar mis emociones y sentirme triste por todo lo que esta pasando, todo iba tan bien y ahora nuevamente soy una carga para los demás. Seco mis lagrimas con molestia por sentirme tan desafortunado. Si el karma es verdadero, debo haber hecho algo realmente mal en el pasado para tener que vivir de esta manera y pasar por todo lo que he pasado.
Dejo las cosas sobre la cama al recibir una llamada, miro mi teléfono viendo el numero y el nombre de la persona que me llama.
— Doctora Amanda— respondo.
— Daniel ¿Cómo estás? — pregunta.
— Bien, el trabajo no es demasiado— trato de ocultar mi desanimo.

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My Little Hope
RomansaDaniel Brasser un chico huérfano quien después de una salida con sus dos amigos, despierta en una habitación con otras personas completamente desnudo. Daniel pensó cualquier cosa, menos que solo dos semanas después su vida daría un giro de 180 grado...