Confusión

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Me remuevo después de un rato de ser consciente que debo ponerme de pie, abro los ojos sintiéndome automáticamente confundido. Mi mirada queda fija e el pecho sobre mí, frunzo el entrecejo tratando de descubrir por que el día de hoy se ve diferente de siempre. Mi cuerpo se mueve velozmente, saliendo de la cama al recordar el lugar en el que dormí la noche anterior, observo la habitación aturdido sin entender como fue que termine durmiendo en la cada de Jonás. Con pánico llevo una de mis manos a mí ya un tanto abultado vientre ¿Cómo pude bajar la guardia de esa manera? ¿Qué hare si llego a notar mi vientre crecido? Golpeo mi cabeza repetidamente.

— Eres un idiota Daniel Brasser— me insulto.

El sonido ligero Beep me hace mirar hacia el escritorio que el rubio tiene en su habitación, mis ojos se abren con sorpresa al ver los números grandes y brillantes del reloj digital que se encuentra justo al lado del ordenador portátil. Siete en puntos de la mañana ¡solo tengo una hora para preparar el desayuno! Salgo casi corriendo de la habitación, sostengo mi vientre con una de mis manos y la otra la uso para sostener el pasa manos de la escalera para bajar lo más rápido posible. No se si es por la carrera o por la repentina aparición de Jonás, lo que me hace tropezar cuando aun me faltan tres escalones por bajar. Cierro los ojos con fuerza al sentir que pierdo el equilibrio. Mis brazos se cierran automáticamente alrededor del objeto que impide mi caída. Abro los ojos lentamente al sentir que aquello que abajo con fuerza irradia levemente calor. Doy un paso atrás rápidamente al darme cuenta que aquellos que me sostiene por la cintura y de los que me he aferrado no es otro que Jomas Everett.

— Lo siento— me disculpo desviando la mirada.

— No deberías correr por las escaleras, es peligroso— soy regañado.

— Lo lamento, me quede dormido y no hay suficiente tiempo para preparar un buen desayuno— me excuso.

— No hay problema, le pedí a la mujer de Steve que se encargara por el día de hoy— levanto la mirada encontrándome con sus ojos verdes esmeralda viéndome.

— Yo...—

— Es lo mínimo que puedo hacer, gracias por cuidar de mi el día de ayer— muerdo mi labio inferior sintiéndome avergonzado.

— Yo... lamento haber dormido en su cama— me disculpo sin verlo.

— Parecías estar muy incomodo en la mecedora— asiento.

— Eh... iré a ver en que puedo ayudar, con permiso— huyo rápidamente del encuentro vergonzoso.

La mañana transcurre algo afanada debido a mi retraso, pero la novia de Steve me ayudo mucho, cuando llegue a la cocina ya el desayuno estaba casi listo, y para el almuerzo fue mucho más fácil con su ayuda. Salgo de mi habitación después de haber tomado mis vitaminas, ya son pasadas las cinco de la tarde y los trabajadores pronto se irán a casa, al ser sábado no debo preparar la cena para ellos. Salgo de la cabaña y me siento en el viejo columpio de madera en el pórtico observando el campo y la casa grande. Jonás dijo que no cenaría hoy por que debía salir, así que tampoco debo cocinar para él, lo que hace las cosas un poco más difíciles para mí, no sé si es porque mi pequeño bebé esta creciendo bien, pero siempre tengo una sensación de llenura que me impide comer adecuadamente, aunque lo intento por que se que si no lo hago será perjudicial para mi bebito. Mi mirada se desvía del campo al percibir movimiento en la casa grande, Jonás sale de la casa bien vestido, da una mirada en mi dirección, antes de subir a su camioneta.

— Debe tener alguna reunión de negocios— digo para mi mismo en el momento que la camioneta arranca.

miro la hora en mi casi inútil teléfono celular, dándome cuenta que ya es bastante tarde, por alguna razón desde la tarde no me he movido de este lugar. me pongo de pie y estiro mi cuerpo, camino hasta mi habitación y tomo una manta gruesa y al pasar por la cocina caliento un poco de leche con miel y regreso al columpio en el pórtico. Miro por curta vez mi teléfono cerciorándome de la hora. Solo hasta anoche estaba realmente débil y enfermo, con fiebre muy alta ¿Cómo puede andar por allí tan tarde de la noche? Sacudo mi cabeza. Uno de los cuidadores nocturnos del rancho, se acerca al verme sentando.

My Little HopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora