My Little Hope

¿Dylan Elijah Everett?

Mantengo mi mirada puesta sobre las flores dejadas en la habitación por Patricia. No se que pensar, desde que me embarace, me he preguntado ¿Cómo es posible? ¡quien fue la persona que me hizo daño? ¿Cómo termine en ese lugar? todas y cada una de las preguntas que pueden subir al despertar en una situación como la mía, fueron formuladas en mi mente y es realmente doloroso saber que la persona responsable de todo lo que he vivido los últimos meses es uno de los seres en quien más confió. Dejo de mirar las flores, para posar mi vista en la pequeña cuna junto a la camilla en la que me encuentro. Suelto un suspiro al recordar la marca que aparte de mi pequeño hijo, solo he visto en dos hombres, dos hombres en los que confiaba y de los cuales creo que uno no era muy digno de mi confianza.

— Esa no es la mirada de un nuevo papá— desvió la mirada encontrándome con la seora Elena.

— Señora Elena— sonrió a la mujer mayor.

— ¿Qué sucede cariño? — pregunta acercándose.

— Solo pensaba— respondo al verla acercarse a mi hijo.

— Que belleza— dice con una gran sonrisa.

— Fue una gran labor— bromeo.

— Es realmente hermoso — dice viéndome— ¿Ya escogiste un nombre para él? — pregunta.

— Dylan Elijah— respondo.

— Son dos nombres con buenos significados— dice viéndome.

— ¿Significados? — pregunto.

— Dylan, tiene varios significados, pero el más hermoso es rayo de esperanza, también significa hijo del mar o de la solas— dice haciéndome sonreír al escuchar el significado, solo hace un día pensé que era mi pequeño rayo de esperanza— Elijah es un nombre hebreo que tiene como significado El señor es mi dios — sonríe.

— No tenia idea— digo.

— Amanda me comento sobre...—

— Aun no se lo que paso, hasta ahora solo tengo suposiciones— interrumpo sus palabras.

— Como tu médico— miro hacia la puerta— te aconsejo llevar este tema muy tranquilo, de hecho, diría que lo mejor seria que esperar por lo menos un mes antes de tocar el tema a menos que creas tener la cordura para poder hablarlo sin exaltarte— levanto una ceja.

— Eso es algo imposible— digo viéndola.

— Por eso mismo, acabas de dar a luz, no puedes recibir impresiones fuertes y mucho menos dejar que tus hormonas sean las que dominen— asiento.

Escucho las decenas de recomendaciones por parte de Amanda, el día de hoy saldré del hospital y desde que amaneció no ha dejado de recordarme lo que debo hacer. La señora Elena se ofreció insistentemente para acompañarme al rancho, dice que tiene experiencia con niños además de haber sido enfermera en el pasado. Por mas que trate de convencerla de que no era necesario, parece que ella y Jonás ya se han puesto de acuerdo.

Con ayuda de la mujer mayor, alisto mis cosas para poder trasladarme hacia el rancho. Me siento en la camilla sintiendo algo de dolor en la parte baja de mi vientre, tomo a mi pequeño Dylan y miro a Elena quien entra en la habitación.

— Ya no tardan, Jonás esta firmando los papeles de salida y pronto vendrá un camillero para ayudarte a bajar hasta la primera planta— dice la mujer acercándose.

— Me siento algo incomodo— digo moviéndome un poco.

— No aprete mucho el vendaje, debes fajarte para que no te entre aire y quedes con panza— levanto una de mis cejas.