CAPÍTULO 10

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Deva Burton.

«¿que hiciste Deva? Tú no quieres ver esa película» me grita mi mente. Ignoro los pensamientos y Aaron habla.

—bien, ¿quieres palomitas? —me pregunta sin mirarme.

—ehh, claro —respondo quitando mis piernas de encima de las suyas y pongo los pies en el suelo.

Se levanta y me deja sola en la sala, dos o tres minutos después, aparece con una taza de palomitas.

Nos acomodamos en el sillón, y pongo mis piernas de nuevo encima de las suyas.

—¿es en serio? —me mira tomando palomitas.

—quiero estirar mis piernas, y tú estás interfiriendo —respondo alzando los hombros. Él bufa y la película comienza.

Empiezo a temblar y Aaron lo nota. Me mira y me tiende una manta que está en la pequeña mesa al lado del sillón.

Me cubro con ella hasta la cadera y miro con atención la inmensa TV.

Pasan los minutos y la primera escena sexual se hace presente, cuando Anastasia pierde la virginidad con Christian. «maldita sea, ya me estoy excitando» Sueño de toda mujer, perder la virginidad con un hombre así, mierda.

Cruzo las piernas y escucho un gruñido ahogado de parte de Aaron. Me quedo tiesa al sentir su.. su, su intimidad dura, mierda.

Quito rápidamente mis piernas y me acomodo, la película sigue y sigue. Más y más escenas sexuales, siento el coño extremadamente mojado.

Los minutos hacen eternos, y el coño me palpita, «maldita sea, que ya acabe la película» la película acaba e intento levantarme, pero Aaron me lo impide.

Su mano sostiene la mía y mi corazón se dispara, me sienta en sus piernas y quedo cara a cara con él, estamos extremadamente cerca.

—Deva.. —susurra poniendo sus manos en mi cintura— lo siento.

Antes de que pueda decir algo, sella nuestros labios con un beso, cierro los ojos disfrutando los labios del sargento, sus manos se meten dentro de mi camisa y lentamente van subiendo a mis senos. Lo siento, pero estoy muy excitada como para detenerlo.

Aaron me acuesta en el sillón y se acomoda entre mis piernas, rompe el beso para luego mirarme. Baja la mirada a mi pantalón y vuelve su mirada hacia mí.

—¿puedo? —pregunta poniendo una mano en el botón de mi pantalón.

Asiento y no despego la mirada de él, con fiereza me quita el pantalón. Dejándome en bragas, empapadas.

Mete sus manos en mis bragas y ahoga un gruñido al notar lo mojada que estoy, posa su dedo corazón en mi clítoris y comienza a moverlo rápidamente. Yo estaba a nada de gemir, pero me besa antes de que pueda hacerlo.

Siento como introduce dos dedos en mi interior y arqueo la espalda.

—maldita sea, estas bragas me impiden tocarte como quiero —susurra arrancando mis bragas. Yo suelto un jadeo y cierro los ojos.

Aaron mueve los dedos a su puto merced, estoy tan mojada que puedo escuchar el sonido que emiten mis jugos chocando con los dedos del sargento.

Mi coño cede a la perfección y me mojo aún más. Una extraña sensación llega a mí vientre, las piernas me tiemblan y siento un fuerte cosquilleo en mi coño. Aaron mueve más rápido sus dedos y mueve más rápido el dedo en mi clítoris. Siento como algo caliente baja por mi vientre, mi cuerpo se sacude e intento no gritar, el coño me palpita y ese fuerte cosquilleo se convierte en algo más, mucho más placentero.

Sentencia Placentera [Sentencia De Pecados #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora