Aaron Pierce.
Me alejo rápidamente de Deva y el arrepentimiento recorre todo mi cuerpo, no quería decirle eso.
Aunque no tenía porqué reaccionar de esa manera, ella y yo no somos más que amigos. Y dudo mucho que quiera volver a ser mi amiga, o tan sólo pueda verme la cara.
Camino hasta el campo de entrenamiento y ahí está Megan, esperándome, se voltea y se acerca a mi.
-¿se lo dijiste? -musita mirando los obstáculos.
-como me pediste -respondo mirándola.
-bien, es mejor que se mantenga así, si no quieres perder este trabajo, fue muy mala idea meterte con mi hermana, estoy siendo buena contigo, si Nick se entera de esto, te mataría y sabes que es capaz -musita mirándome.
Asiento e intento irme a la cafetería, pero Megan me lo impide y pongo mi atención en ella.
-ni una palabra de esto a Deva, es mejor que ella no sepa.
Vuelvo a asentir y ahora me pongo en marcha a la cafetería, mi teléfono vibra en mi bolsillo, lo saco y veo que la pantalla brilla con el nombre del director de la escuela de mi hijo. Contesto al instante y pongo el teléfono en mi oreja.
-buenas tardes director, ¿pasó algo? -pregunto deteniendo mi paso.
-su hijo, Damian está en el hospital.
Mi alma se sale de mi cuerpo y me desestabilizo un poco, mi respiración se acelera y la desesperación invade mi cuerpo.
-como que hospital, que sucedió, ¿dónde está? -pregunto corriendo a la salida de la central.
Salgo de la central y corro a mi moto, el director me explica dónde está el hospital y en cuestión de minutos llego al hospital.
Corro hacia la recepción y la chica me mira de arriba hacia abajo.
-el paciente Damian Pierce, ¿en qué habitación está? soy su padre.
-habitación 563, en el tercer piso.
Corro al elevador y con las manos temblorosas marco el número de mi madre, ella me contesta al instante y las palabras no me salen.
-hola hijo, ¿cómo estás? -dice mi madre en la otra línea.
-mamá, Damian está en el hospital -suelto y apenas se abre el elevador, salgo de él y comienzo a ver los números de las puertas del tercer piso.
Escucho unos gritos en mi teléfono y me percato que nunca le colgué a mi madre. Pongo el teléfono de nuevo en mi oreja y mi madre no para de gritarme que qué está pasando.
-ya te paso la ubicación -cuelgo y de inmediato le envío la ubicación del hospital a mi madre.
Sigo buscando con desesperación el número de habitación que me indicaron y lo veo al instante. Entro y veo a mi hijo postrado en una camilla, lleno de moretones, con la nariz sangrando, y con un pómulo hinchado y verde. Me acerco a él y está completamente dormido.
-señor Pierce.. -musita el director.
-¡¿que mierda pasó?! ¿Cómo Damian terminó de esta manera? -grito furioso.
-el niño se cayó por las escaleras..
-no, Damian es el niño más precavido que existe -me volteo a ver al director y lo agarro por el cuello de la camisa- alguien lo empujó, yo sé perfectamente que molestan a mi hijo, pero esto llegó muy lejos, ¿quién fue?
-no sé de qué habla..
-dije, ¿que quién fue? -repito impaciente.
-de verdad no sé de qué habla.
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Sentencia Placentera [Sentencia De Pecados #1]
RomanceTIENE HORRORES ORTOGRÁFICOS ‼️ ¡Primer libro de la saga: sentencia de pecados! Ya la graduación pasó y es hora de integrarse a la entidad para combatir crímenes. Deva, una chica de veinte años, se incorpora a la UFMED, ¿tarea fácil? Para nada, en...